El cineasta ourensano Eloy Lozano falleció ayer por la mañana en el Hospital Clínico de Santiago de Compostela, donde había sido ingresado por un infarto el pasado viernes. La muerte de Lozano causó una gran conmoción en Ourense, donde el editor, productor de audiovisual, director cinematográfico y publicista fundó en 1996 el Festival de Cine Independiente de Ourense Off, del que se desvinculó más tarde por diferencias con el entonces alcalde Manuel Cabezas.

Eloy Lozano rodó el primer corto gallego, en 35 milímetros, sobre Retorno a Tagen Ata (1974), basado en una obra del escritor Xosé Luís Méndez Ferrín. Como editor publicó Erótica, un poemario realizado por el propio Ferrín, como “calendario”, en una edición limitada para bibliófilos, por lo que se vendieron a más de 30.000 pesetas cada ejemplar. Lozano se encargó de reelaborar y sonorizar O home e o carro, que había realizado Antonio Román en 1941.

Eloy Lozano mantenía los locales de su productora y agencia publicitaria en Santiago y Ourense, con una importante cartera de clientes. En su momento, fue responsable de la publicidad realizada por Adolfo Domínguez y Sociedad Textil Lonia, que comercializa las marcas Purificación García y Carolina Herrera.

Entre sus producciones, se encuentra la serie de televisión Idea y Territorio, sobre arquitectura contemporánea. Sus últimos trabajos, realizados en 2008, fueron los documentales ¿Quen son? y Negra sombra.

El proyecto más ambicioso que desarrolló Eloy Lozano fue el largometraje Las bellas durmientes, que rodó en Santiago, Vigo, Pontevedra y A Coruña, basado en un guión de la novela del mismo título del premio Nobel japonés Yasunari Kawabata. Se realizó con un presupuesto de unos doscientos millones de pesetas en el año 2000. Participaron en la financiación la Televisión de Galicia y la Xunta.

Eloy Lozano comentaba a este diario en el año 2000, con motivo del rodaje de Las bellas durmientes, que aquella era “la última oportunidad” para hacer cine gallego. “El cine gallego cuenta entre sus valores fundamentales con un grupo de gente que quiere contar cosas. Galicia es un país que tiene un gran número de cuestiones metidas en su inconsciente colectivo, existe ese choque cultural necesario para que se produzca la creatividad y tenemos muchas asignaturas pendientes”.

En el largometraje Las bellas durmientes, Eloy Lozano trasladó la sensibilidad gallega a la acción de la novela, pulsando los elementos psicológicos, eróticos, mágicos y filosóficos de la obra. La película cuenta la historia de un profesor y escritor extranjero que llega a Santiago y descubre una casa donde se puede dormir con mujeres muy jóvenes, que son vírgenes. Y a partir de ahí empieza a recordar cosas del pasado, reflexiona sobre su vida, su edad y las relaciones con las mujeres. No se trata de un prostíbulo, sino de un lugar donde un hombre puede dormir con mujeres vírgenes, pero sin realizar el acto sexual.