El Domingo de Resurrección en Ourense renovó su cita con la tradición, con la representación del reencuentro de Santa María Nai con Jesucristo resucitado. Así, la imagen de la virgen salió desde la iglesia que lleva su nombre en procesión hasta la catedral, acompañada por la corporación municipal encabezada por el alcalde, Francisco Rodríguez.

Como establece el ritual, que tiene mucho de leyenda, la corporación despidió a la virgen sin subir las escalinatas de acceso a la catedral, en lo que se denomina como “desplante”. Una apreciación con la que no está de acuerdo Miguel Ángel González, archivero canónigo. Recuerda que Santa María Nai “es copatrona” de la ciudad, por lo que el gesto de quedarse al pie de las escalinatas es un acto de “respeto y despedida a la virgen”.

Después de la misa de Resurrección con bendición apostólica, oficiada por el obispo de Ourense, Luis Quinteiro Fiúza, la imagen de Santa María Nai abandono la catedral en procesión hasta el templo de donde había salido dos horas antes acompañada por un gran número de fieles que quisieron renovar sus votos con un acto de arraigada tradición de Semana Santa.

Mensaje de optimismo

El obispo de Ourense, durante su homilía, lanzó un mensaje de optimismo, que en los tiempos de crisis que corren reconforto a los fieles que llenaron la catedral y participaron en la procesión de Santa María Nai.

Luis Quinteiro recordó que el cristianismo ha tenido siempre muchas dificultades, que se fueron superando con la fe.

Es por eso que pidió a los que acudieron a la misa de resurrección que no vean las cosas negras, aunque existan dificultades.

Los integrantes de la coral del Liceo de Ourense fueron los encargados, en esta ocasión, de cantar la misa, en la que no faltaron los momentos de emotividad, después de los días de recogimientos de Semana Santa con los diferentes actos litúrgicos y las procesiones, junto con la solemne vigilia pascual que en la noche del sábado se celebró en la catedral, así como en las iglesias parroquiales de Cristo Rey , en la zona de As Lagoas, la Asunción, en Santa Ana de O Pino y en las Carmelitas Descalzas.