Primero fue una campaña para devolver el sentido de la Eucaristía, es decir, que los cristianos comulguen, rito al parecer fundamental en el ejercicio de la fe católica. Ahora se ponen como meta el más difícil todavía sobre todo en puentes vacacionales y días soleados: que los fieles vayan a misa el domingo.

El Obispado de Ourense ha puesto en marcha la campaña “Xuntos na misa, ledos na esperanza”, que pretende ”recuperar el sentido del domingo como un día importante y la iglesia como un lugar para recordar nuestro compromiso y sobre todo para reafirmar cosas y sentimientos fundamentales para los creyentes”, explica Francisco Pernas de Dios, coordinador de la campaña puesta en marcha por el Obispado y que se desarrollará en todas la parroquias de la diócesis los domingos 19 y 26 de abril.

Para empezar, la Iglesia parece dispuesta a ponerse las pilas y actualizar al menos en parte ese ritual de formas milenarias y ha decidido, según el coordinador de esta campaña, “adaptarse a unas personas que están viendo una etapa económica de crisis, de modo que el domingo se convierta en nuestra misión para trabajar por un mundo donde la gente se encuentre a gusto”, indica.

Dentro de este proyecto se incluye el reparto de tarjetas publicitarias de la campaña entre los fieles que ya acuden a misa, para que divulguen la idea y realicen una especie de apostolado “llamando a todos a la oración y a la solidaridad con los que sufren, que en estos tiempos de crisis son muchos más”, explica el coordinador de la campaña

“-Oiga padre, ¿No es un poco absurdo repartir la publicad entre los ya convencidos, es decir entre los que van a misa?”

“-Es que son ellos, los que ya están cerca, los que deben convencer a los que están lejos, responde Pernas de Dios.”

Pero, ¿cómo convencer a sobre todo a esa inmensa mayoría de jóvenes para que participen durante de una ceremonia de media hora en la que se repiten los mismos ritos desde hace 2.000 años?

El coordinador de la campaña lo tiene claro: “Creo que tenemos que empezar a pensar en misas más participativas, incluir cánticos más atrayentes, pero no es fácil conjugar a lo mejor el tiempo de homilía y celebración que quieren los jóvenes, con el que buscan las personas de avanzada edad, por lo que buscar un término medio, llevará tiempo”, reconoce. Conflicto generacional en las iglesias.

Política

En cuanto a la impronta que pueden tener los cambios políticos en la mayor o menor asiduidad en la asistencia a la misa dominical, ahora volverá a gobernar un partido conservador en Galicia más proclive a los postulados Iglesia, para Francisco Pernas de Dios, “no hay estereotipos fijados, pues por mi experiencia, en una parroquia como la de A Ponte, donde la participación es todavía muy esperanzadora, el tema está superado y hay personas más o menos practicantes independientemente de su ideología política. El partido al que pertenecen no garantiza que sean mejores”, asegura.

El propio obispo de la diócesis ha alentado la participación en la misa con una carta en la que invita a sus feligreses a imitar a los primeros cristianos. “Decían sin domingo no hay misa, lo que significa que cuando dejamos de ir a misa los domingos no podemos rezar con los demas hermanos, ni escuchar la palabra de Dios ni la reflexión del sacerdote”, advierte el prelado de la diócesis.

Y aún hay más, en la misa, según Quinteiro Fiuza, “ofrecemos, junto con el pan y el vino, nuestras vidas al Señor para que nos santifique y transforme como santifica y transforma el pan y el vino en su cuerpo y en su sangre”. Así de clara es la campaña.