Si casarse es caro, divorciarse no es menos barato y más si no es consensuado. Esta circunstancia ha provocado que en época de crisis la provincia de Ourense registrase medio centenar de divorcios menos en 2008 con respecto al año anterior.

El juez decano Antonio Piña confirma un descenso generalizado en los divorcios, que atribuye por un lado a la crisis y por otro al colapso que existe en los juzgados de la provincia.

El dato más destacable se encuentra en el número tan alto de divorcios no consensuados, que “son los que tienen mayores gastos”, porque supone discorfomidad por parte de alguno de los miembros.

En este caso, según los datos de la estadística del Consejo General del Poder Judicial, en 2008 hubo 709 divorcios, de los cuales consensuados fueron 364 y los no acordados 340. En 2007 se registraron, según el Instituto Nacional de Estadística, 753 divorcios.

En este sentido, y para que haya una reducción en tiempo de crisis, lo que ocurre en estos casos, dadas las penurias económicas que se viven en muchas familias y más cuando hay hijos, muchos padres no son capaces o no tienen con que pagar la pensión que le asigna el juez.

En lo que se refiere a las separaciones, mientras en 2007 hubo 75, en 2008 fueron muchas menos registrando en este caso 59, de las cuales 23 no fueron consensuadas.

Por último, la provincia de Ourense también registró incluso una nulidad menos de matrimonio en 2008 con respecto a 2007, con sólo dos casos.