María Lindalva da Silva de Oliveira, la madre de la joven asesinada y arrojada al río Avia, María Socorro se encuentra ya en su país, Brasil, dispuesta a volver en menos de cinco años para buscar los restos de su hija y darle sepultura en su ciudad natal, Bacabal en el estado de Marañón.

En este sentido, a María Lindalva durante su estancia en Ourense se le asignó un abogado de oficio para que se pudiera presentarse como acusación particular en la causa contra Ramón Fernández, asesino confeso de su hija, así como en el juicio por malos tratos contra el hombre que costeó el viaje de María Socorro a España el 31 de diciembre de 2008.

La madre de María Socorro, se marchó además con 4.160 euros, un dinero para la manutención de su nieta, recaudado por la red solidaria de inmigrantes en Ourense.