CORUXO 0 - 1 OURENSE

CORUXO

Jorge Pérez, Marcos Alonso (Antón, minuto 10), Jacobo Campos, David Campos, Costas, Jorge Comesaña, Richi (Cortegoso, minuto 54), Antúnez, Silva, Marco y Abraham (Óscar Pérez).

OURENSE

Berto, Josu, Seoane, Portela, Gonzalo (Bruno, minuto 93), Antonio Fernández, Jaime (Rafa, minuto 70), Sanginés (Oli, minuto 88), Martín, Alex y_José Arenas.

Gol: 0-1, minuto 47:_Berto, de penalti. Árbitro: López Rodríguez, auxiliado en las bandas por Veiga Gómez y Carballo Martínez. Amonestó a jacobo Campos, Antúnez y Silva por el Coruxo y a Jose, Seoane, Porte y_Alex por el Ourense. En el minuto 53 expulsó a Jorge Pérez, y en el 88 a Abraham, cuando estaba en el banquillo, ambos del Coruxo. Incidencias: Encuentro disputado en el campo de O Vao, que registró una buena entrada con un nutrido grupo de seguidores ourensanos.

xabier colmeiro  Vigo

El Ourense sumó una victoria de las que engrandecen su condición de candidato a jugar la fase de ascenso porque ya sabe ganar por ganar. No se puede hacer menos para sumar tres puntos al margen de exponer mucha capacidad de sufrimiento y sacrificio. Los de Romero se encontraron con un rival de morros por su delicada situación en la tabla y por el desenlace nada grato del cruce en la Copa Federación entre ambos equipos, pero los de Maté canalizaron mal su ansia de venganza y se limitaron a repartir asperezas y a colgar balones al área para tortura de los rojillos. Allí estaba Berto para frenarlos y para anotar el gol de la victoria en la octava pena máxima que le conceden a los ourensanos.

El entrenador del Ourense tuvo que improvisar para confeccionar la última alineación del año. Álex conservó su posición por delante de la defensa, con lo que Gonzalo dejó el lateral izquierdo para acompañar a Portela en el centro de la zaga. Seoane volvió a la titularidad dos meses después para cubrir el flanco del que se había adueñado en el primer tramo de la competición a pesar de jugar a pierna cambiada.

Para cometidos ofensivos Romero desplegó todos los recursos que le quedaban. José Arenas dejó la banda para acompañar a Martín, el rojillo más avanzado, y Jaime Fernández y Sanginés se ocuparon del ataque por los flancos. El Ourense no acusó el efecto de un viaje accidentado y de las prisas para poder empezar a jugar a tiempo (llegó al campo de O_Vao 45 minutos antes del partido) y lanzó los primeros golpes.

A los cinco minutos Sanginés encontró un balón remitido por Antonio, pero el ángulo se le cerró para el disparo y allí estaba Jorge Pérez para desviar el primer aviso. Todos los demás intentos del Ourense fueron desde la distancia y sin veneno. Al no controlar la posesión de la pelota se alejó del campo del rival. Y el riesgo de un desliz defensivo o de los temidos balones colgados al área se disparó. Gonzalo se confió en el minuto 19 y Richi no llegó a la pelota ante la salida de Berto, que acabó con el tobillo castigado por los impactos con los jugadores del Coruxo que entraban al remate en cada balón colgado. Entre el portero, Portela y Gonzalo sacaron dos pelotas que se colaban a gol en el primer tiempo.

El partido entró en ebullición cuando se encaminaba hacia el descanso con un rifirrafe entre Richi y Josu en el que el defensa del Ourense recibió la patada y la amarilla por provocar al contrario. Las cuentas pendientes de la eliminatoria copera estaban latentes. El incidente apenas fue una tormenta en un vaso de agua porque la sucesión de situaciones polémicas encresparon toda la segunda parte. La más determinante fue el penalti que abrió el marcador al observar el asistente del pontevedrés López Rodríguez una mano de Abraham en la barrera viguesa en un lanzamiento de falta de Jaime Fernández.

Berto transformó su cuarto penalti consecutivo a pesar de que cambió su habitual secuencia de lanzamiento y buscó el lado izquierdo de Jorge Pérez. No fue el último mazazo para el Coruxo, que se quedó de inmediato sin su portero por agredir a Portela tras un choque en el que el central cayó en el área pequeña. Los dos jugadores se enzarzaron y la agresión del guardameta fue flagrante, por lo que vio su segunda tarjeta amarilla -la primera se la habían adjudicado por protestar el penalti-. Jorge Pérez perdió los nervios e incluso amagó con agredir al árbitro al retirarse al vestuario.

El fútbol se envileció por momentos ante la impotencia de un equipo local con los nervios destrozados. Romero refrescó la banda con la entrada de Rafa por Jaime, pero donde más trabajo hubo fue en la contención porque el acoso aéreo del Coruxo se hizo más descarado. Por muy lejana que fuera la falta, la pelota siempre acababa en el área de Berto de bote en bote. Los pelotazos arruinaron el poco fútbol que le quedaba a la tarde y el Ourense se encomendó sin demasiada convicción al contragolpe para buscar la sentencia. No tuvo oportunidad de machacar, pero tampoco la necesitó porque enfrente daban palos de ciego.