El vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, apostó por la construcción de casas comunitarias intergeneracionales, en las que convivan personas mayores con jóvenes, de forma que se evite el aislamiento de los primeros y se promueva el acceso a una primera vivienda de los segundos.

Así lo manifestó ayer Quintana durante su visita, acompañado de la conselleira de Vivenda, Teresa Táboas, a la localidad ourensana de Allariz, donde se iniciaron las obras de un edificio intergeneracional en el que se construirán 32 apartamentos de una o dos habitaciones para ser alquilados a jóvenes y mayores "a precios asequibles".

El edificio, que estará terminado en febrero de 2010, tendrá tres plantas y contará con zonas comunes para "facilitar la sociabilidad". Además, será accesible para personas con dificultades de movilidad y está diseñado con diferentes soluciones para el ahorro energético.

El vicepresidente destacó que se trata de "una nueva fórmula de vivienda protegida en régimen de alquiler", en la que la planta baja se destina a la creación de un centro de día con 30 plazas. De este modo, la vivienda deja de ser "un recurso individualizado" para convertirse en un instrumento que "construye red social".

Con estas iniciativas, agregó, se "optimizan" recursos y se pueden emprender acciones conjuntas que generen "economías de alcance" en el seno del propio bloque de viviendas, de forma que sus inquilinos puedan "hacer frente a la crisis".

Ocho concellos

Este proyecto se incluye dentro de un plan más amplio en el que participan ocho ayuntamientos y que prevé la construcción de 210 viviendas intergeneracionales y 240 plazas de centros de día. El presupuesto global es de 20,6 millones de euros, mientras que para el edificio de Allariz se destinarán 2,6 millones.

Están en ejecución las construcciones de Ferrol, As Pontes, ambas en la provincia de A Coruña, y Vilagarcía de Arousa, en Pontevedra. Además, los de Mondoñedo y Lugo y los de O Barco de Valdeorras (Ourense) y Teo (A Coruña) se encuentran en fase de tramitación.

Quintana recordó que un 11 por ciento de los hogares gallegos están formados por una persona mayor que vive sola y que, en cambio, el 75 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 29 años viven en casa de sus padres.

En este sentido indicó quelos que se emancipan destinan el 72 por ciento de su salario al pago de una hipoteca.