El alcalde de Vilamartín de Valdeorras, Manuel Candal Candal, ratificó ayer su dimisión en un pleno, celebrado a las 12 de la mañana, de tan sólo diez minutos de duración. En el transcurso de la sesión, la secretaria procedió a la lectura de un escrito de despedida de Candal, para manifestar, a modo de reproche a sus compañeros, tras permanecer en el cargo 36 años, que "la veda estuvo abierta, y lo que nunca creí fue a caer, como víctima de la honestidad".

El próximo miércoles se celebrará otra sesión plenaria, a las 12, para elegir nuevo regidor, cargo que puede recaer en el recientemente destituido concejal de Urbanismo José Pinto Álvarez, dado que en principio la número dos de la lista del PP, María Jesús Candal -hija del ex regidor-, muestra reparos en asumir la Alcaldía.

La continuidad del PP al frente del gobierno municipal de Vilamartín de Valdeorras está asegurada, al contar con seis concejales, frente a los 4 del PSOE y 1 del BNG. La persona llamada a ocupar el puesto de edil que deja Candal, como número 7 de la candidatura, Javier Folla, ha comunicado su renuncia, por lo que previsiblemente entrará a formar parte de la corporación el número ocho, Enrique Álvarez.

Manuel Candal hizo referencia a la presión que sufrió de su grupo y de su propia hija en las últimas semanas para dimitir, por problemas de salud. Lo expresó en estos términos: "Mi enfermedad, que tanto se ha utilizado, la llevo con resignación y no me impedirá preocupaciones por mis vecinos. Si el Ayuntamiento no cumple, espero que lo haga la Diputación, de lo contrario, no se preocupen los de Arnado, aquí queda Manuel Candal para ayudarles".

Candal pidió a sus amigos y nietos que tengan el recuerdo de que "aquí ha caído un hombre honesto y trabajador, que no le importó el dinero, y se ha comprometido en hacer siempre el bien". Y dedicó elogios a su hijo, evitando mencionar a María Jesús Candal, después de que se sumara a las discrepancias del grupo de gobierno con el regidor, para forzar su dimisión.

El ex regidor reconoció que había recibió ofertas para hacer negocios y ganar dinero. "Todas las he rechazado. Mi ilusión nunca fue el dinero, por el contrario, he soportado gastos municipales". Y expresa "respeto y consideración" a los concejales del PSOE y BNG.

Manuel Candal pidió al equipo que lo sustituye que sea consciente de que el Concello "está en deuda con el pueblo de Arnado". Recordó que en los últimos días estuvo realizando contactos para adquirir unas viviendas en estado ruinoso. "Ahí están los documentos para acondicionar la entrada y salida hacia O Barco, Vilamartín y otros pueblos, así como la dotación de un centro social. Ruego y espero que se concluyan estas mejoras. Es aconsejable rematar la recuperación de dependencias de Cruz Roja. También urgen obras en la rúa de A Fonte, ya contratadas".

El ex regidor de Vilamartín admite en su escrito, leído por la secretaria, que hubo un "fallo garrafal" en el proyecto de alcantarillado de Arnado, que es necesario modificar y ampliar, incluyendo la financiación".

Manuel Candal califica de "lamentable" la acumulación de licencias sin conceder, "desobedeciendo mis instrucciones, trámite que debe llevarse al día, por el bien de los vecinos y del municipio". Y señala que tampoco se formalizaron los pagos a Felco y al arquitecto.

El ex regidor dio cuenta al grupo de gobierno que se había comprometido a implantar el servicio de transporte desde todos los pueblos a la capitalidad del municipio, a partir de enero, especialmente para personas dependientes y necesitadas.