OURENSE 1 - 1 SOMOZAS

OURENSE

Berto, Josu (Gonzalo, minuto 84), Portela,_Adrián, Antonio_Fernández, José Arenas (Breogán, minuto 76), Rafa (Martín, minuto 14-Levi Marengo, minuto 75), Moisés Pereiro y Jaime Fernández (Sanginés, minuto 45).

SOMOZAS

Abraham, Quintián, Suso,_Sergio (Manel, minuto 45), Nes, Cata,_Sueiro, Edi, Pablo_Lago, Nando (Isaac´, minuto 24) y Joaquín (Popo, minuto 45).

Goles: 1-0, minuto 1:_Martín. 1-1, minuto 7:_Edi, de penalti. Árbitro: Miñan_Fernández, auxiliado en las bandas por Leirós y_Castiñeira. Incidencias: Partido disputado en el campo de O Couto ante 800 aficionados.

xabier colmeiro  Ourense

La suerte del Ourense ha cambiado. Desde hace tres partidos la calamidad acosa al equipo de Romero y el punto más negro está en el área. Fallar un penalti es la fatalidad máxima, pero el partido contra el Somozas tenía reservado todo un catálogo de contratiempos que no sólo impidieron sumar los tres puntos contra un rival del montón si no que comprometen el futuro inmediato en forma de sanciones e incluso alguna lesión. Son tres semanas sin ganar, no hay brecha en la clasificación, pero apremia la necesidad de sumar de tres en tres.

Los primeros 15 minutos del partido fueron demoledores para los planes de Romero, a pesar de que Martín solo tardó 90 segundos en dar en la diana. El empate llegó casi de inmediato en un penalti con expulsión adicional que obligó al técnico a rectificar su planteamiento inicial. Hubo además otra pena máxima de Edi sobre Arenas que se fue al limbo arbitral.

Por segunda semana el técnico del Ourense recurre a los pocos futbolistas que tiene en la recámara para espolear su once básico. En Verín no resultó, pero la irrupción de Jaime Fernández en el interior izquierdo tuvo un matiz providencial, ya que sirvió dos balones que significaron el primer tanto y el penalti que superada la media hora se cobró el árbitro cuando Nes arrolló a Martín en el área.

Al Ourense le han pitado tres penas máximas en los tres últimos partidos y ha fallado dos. Arenas tiró fuera el lanzamiento del José Arjiz y Moisés no engañó ayer al portero del Somozas. Abraham fue el más seguro del equipo de Ferrolterra en el primer tiempo.

A pesar de la inferioridad numérica, el Ourense no retrocedió. Romero sacrificó al enganche Breogán y restauró la zaga con Rafa Ugarte tras la expulsión de Gonzalo, que derribó a Pablo Lago cuando se disponía a rematar un centro de Sueiro en la acción del penalti que costó el empate.

Los rojillos se sometieron al riesgo del contragolpe, pero palpaban la inseguridad de la zaga verdiblanca a pesar de que se encontraron con un repliegue muy poblado siempre que el Somozas perdía la pelota.

El Ourense sembró de pánico el área del Somozas en cada balón colgado a pesar de su manifiesta desventaja en centímetros, pero fue a través de un contragolpe lanzado por Antonio cuando más cerca estuvo el segundo gol. Jaime centró el balón y Martín no pudo rematar al ser desequilibrado por Nes. El meta del Somozas no sólo estuvo atento a cada remate en su área sino que acertó la dirección del lanzamiento de Moisés.

Poco se le puede reprochar al Ourense de su primera parte. La siguiente grieta seria tras la que deparó el penalti no llegó hasta casi la hora de partido con un balón al hueco de Gonzalo Sueiro que Nacho envió indulgente a las manos de Berto en pleno cara a cara.

Los dos entrenadores movieron ficha en el descanso. Romero pensó en Sanginés para sustituir a Jaime, que se quedó en el vestuario con los tobillos castigados, y Germán Amil refrescó el centro de la defensa y el ataque. Con el partido maniatado por las precauciones y con el Ourense descohesionado por la fatiga, el público encontró en el árbitro un entretenimiento.

La grada entró en ebullición ante la insistencia del Somozas en frenar al Ourense a patadas. Miñán Fernández incurrió en un desliz infantil al sacar de su bolsillo la cartulina roja para acabar mostrando sólo la amarilla a Nando en una falta sobre Antonio. Amil le cambió inmediatamente. Fue la primera de una cadena de explosiones que alcanzó el apogeo cuando el mismo central que cometió el penalti del primer tiempo se apoyó en el brazo para parar una pelota.

El árbitro consideró el manotazo involuntario para enfado general. El Somozas mantuvo su posicionamiento conservador y Romero le dio los últimos 15 minutos del partido a Levi Marengo, pero no quedaban fuerzas para la heroicidad.