El atestado elaborado el pasado 22 de agosto por la Policía Judicial de Ourense en el bar de Cea donde una mujer sufrió quemaduras en la garganta tras ingerir el contenido de una botella de agua mineral, hace constar sus sospechas de que el envase, de la marca Cabreiroá, había sido rellenado supuestamente con algún producto de limpieza.

Esa es una de las hipótesis que baraja la Policía Judicial "y también Aguas de Cabreiroá, pues el resto de la partida de botellas está en perfectas condiciones, y las otras tres personas, que alegaron problemas en días sucesivos tras consumir el agua, no presentaron una sintomatología clara", indica Antonio Viejo, portavoz de la prestigiosa embotelladora gallega asentada en Verín.

Por su parte, C.G.P. el joven de 27 años que acusó irritación de garganta tras tomar un agua mineral de esa misma marca el pasado viernes en un bar de A Ponte, también fue dado de alta ayer, después de permanecer en observación durante la noche en el servicio de urgencias del Complejo Hospitalario. Según el parte médico, las molestias que alegaba el joven habían remitido "por completo" y no se le apreció "síntoma alguno" de quemadura.

Para Antonio Viejo, "un cuadro similar y asintomático presentaban los otros consumidores que, tras el caso de Cea, alegaron molestias de garganta tras ingerir agua de nuestra marca, una firma pionera en la aplicación de los sellos y en premios de calidad y a la que se le está haciendo un daño injustificado que puede llevarla a la quiebra".

El apartado séptimo del mencionado atestado policial del caso de Cea dice textualmente, a la espera de recibir el resultado de los análisis practicados al líquido ingerido por la mujer, "los investigadores llegan a la conclusión de que la botella de la cual bebió la víctima, no se encontraba originariamente en la caja de la que la camarera dice que la cogió, por lo que se baraja la hipótesis de que la citada botella haya sido rellenada con algún producto de los utilizados habitualmente para la limpieza". La caja de agua estaba situada debajo del lavavajillas del bar, pero la botella con el líquido abrasivo no tenía el numero de serie de esa caja, sino que pertenecía a otra que estaba en el sótano.

Según Antonio Viejo, "las empresas de agua mineral mantenemos hace tiempo una guerra para que a los líquidos de detergente de lavavajillas de los bares, que son inodoros e incoloros, como el agua, se les ponga un colorante que los diferencie, porque en muchas cafeterías utilizan las botellas de agua mineral vacía para echar el líquido lavavajillas, dado que estos últimos se los sirven en garrafas de 30 litros".

El portavoz de Cabreiroá afirma que no tiene aún pruebas de que sea eso lo ocurrido en el bar de Cea donde se produjo la única víctima grave, "pero los resultados de los análisis pueden tardar meses y para entonces, si nadie remedia esta locura general, en la que las botellas de nuestra marca aparecen con la etiqueta y expuestas por la policía en el mismo escenario que utilizan para exhibir droga incautada, puede poner el cierre a una firma histórica, que da empleo a 50 familias y exporta 50 millones de botellas anuales al mundo".

Añade que "todo el proceso, desde la captación del agua en el manantial hasta que se embotella se hace en circuito esterilizado y sin intervención de productos químicos".