Alrededor de las 12.30 horas de ayer sonaba el himno gallego en la antigua Rúa 600 de Ourense mientras la bandera de Galicia se apartaba con timidez dejando al descubierto la placa que rezaba "Rúa Mestra Paz Sueiro", custodiada hasta el momento por dos agentes de Policía que lucían el traje de gala. De esta forma, el Concello de Ourense rendía homenaje a la profesora Paz Sueiro, coincidiendo, precisamente, con en el año en el que se conmemora el décimo aniversario de su fallecimiento. Paz Sueiro es la madre del delegado provincial de Educación, Gonzalo Iglesias Sueiro.

Conocida entre sus allegados como "doña Pacita", la maestra destacó por su trayectoria profesional como directora del colegio público "Manuel Sueiro" de Ourense. De hecho, fue su propio padre el fundador del centro que lleva su apellido.

"Una mujer que se dedicó profundamente a la enseñanza, desde los 16 años y que dirigía el colegio con dos manos, una dura y una blanda", recalcó un emocionado Gonzalo Iglesias durante su intervención. Con esta paradoja, se evidenciaron las dos facetas de la homenajeada; por una parte, como mujer autoritaria y por otra como mujer comprometida con sus conocidos y con su entorno, en resumen, una mujer afable.

El acto, amenizado por la Banda de Música Municipal, congregó a una treintena de vecinos y a un nutrido grupo de personalidades destacadas en el ámbito político. La conselleira de Educación y Ordenación Universitaria, Laura Elena Sánchez Piñón, así como miembros de la corporación municipal de Ourense, entre ellos el alcalde Francisco Rodríguez, la edil de Cultura, Isabel Pérez, la concejala de Educación, Ana Garrido, conformaron el auditorio en las proximidades del campus nuevo. Asimismo, estuvo presente en la celebración el hermano de la maestra, Gerardo.

La conselleira de Educación dedicó gran parte de su discurso a elogiar al hijo de la maestra: "No tuve la oportunidad de conocer a esta mujer, pero Gonzalo representa lo mejor de muchas personas dedicadas a la enseñanza y se ve que aprendió mucho de su madre", señaló Sánchez Piñón. Además, la conselleira aprovechó la oportunidad para redefinir el concepto de educación como "algo que forma a las personas y que nos ayuda a ser mejores personas cada día a través de la transmisión de valores".

Por su parte, Francisco Rodríguez destacó la figura de Paz Sueiro como "un ejemplo de valores, un modelo a seguir en el campo de la educación". En cuanto a su vida laboral, la maestra no lo tuvo fácil, ya que "hacer escuela" con ideales liberales era complicado ante la adversa situación política en la que se encontraba inmersa España en los años en los que empezó a trabajar.

Símbolo de cultura

La maestra se convirtió en un símbolo de la historia de nuestro país en el panorama educativo. La ourensana logró compaginar a lo largo de su vida sus quehaceres domésticos y la atención a su familia con una intensa actividad profesional que dejó huella. Madre de cuatro hijos, "doña Pacita" sigue siendo recordada por sus alumnos y conocidos como una mujer afable, loable y cariñosa.