J. Javier Fraiz / OURENSE

Por encima de 40 grados detuvieron su frenética escalada, ayer, los termómetros de Ourense a las cuatro de la tarde, en una de las jornadas más calurosas de esta temporada de verano.

El bochorno provocó una gran demanda de espacios para huir del calor sofocante, como las sombras de alguno de los parques de la ciudad. Especialmente fue la población mayor de 65 años la que buscaba refugios en los que mitigar el calor, para evitar los efectos perversos que éste produce en la salud.

Precisamente, expertos sanitarios de la ciudad, como el coordinador de Urgencias del CHOU, José Antonio Carballo, aconsejan seguir las recomendaciones de las campañas de la Consellería de Sanidade para este verano, y que hacen especial énfasis en la necesidad de beber agua o zumos naturales para combatir la deshidratación, "aunque no se tenga sed porque, a veces, puede ser una sensación engañosa".

Con todo, apunta que "la gente-especialmente aquélla que tiene alguna dolencia-sabe cómo comportarse y está acostumbrada al calor", por lo que también alude a que esta conciencia en la población favorece que "no ha habido esta temporada ningún fallecimiento por golpe de calor".

Pero ese desenlace es un riesgo para quienes realizan actividades al aire libre, algo habitual entre los jóvenes. José Antonio Carballo desaconseja hacer ejercicio en las horas de más calor, ya que "constituye peligro aun sin tener ninguna patología".