Dos obreros -uno de 52 años, Gerardo A.R., de Vigo, y Jaime Enrique M.D., de 34, y de Marín- fallecieron ayer en un accidente de tráfico ocurrido a las 15.30 horas en la autovía Rías Baixas, a la altura del Concello de Melón, en dirección a Crecente tras una colisión por alcance entre la furgoneta en la que viajaban las dos víctimas mortales y dos personas más que resultaron heridas -una de ellas de carácter grave-, y un camión.

Según testigos presenciales, el siniestro, que tuvo lugar en el punto kilométrico 259, "fue tan fuerte" que el turismo en el que viajaban las dos personas fallecidas se redujo "a un amasijo de hierros y estaba volcado", por lo que fue necesaria la actuación del Grumir de Ribadavia para llevar a cabo las pertinentes labores de excarcelación de los cuerpos.

Los obreros que circulaban en una furgoneta de la empresa "Ferroblan" se dirigían en el momento del siniestro hacia sus domicilios situados en la provincia de Pontevedra, después de una jornada laboral en la zona de Verín.

Así, como consecuencia del impacto, dos de los ocupantes de la furgoneta fallecieron en el acto sin que los efectivos del 061 allí desplazados pudieran hacer nada por salvar sus vidas. De hecho hasta el lugar se había trasladado hasta un helicóptero, que después no se llegó a utilizar. Los otros dos obreros, José Antonio G.F., de 22 años y vecino de Marín, resultó herido grave, mientras que A.D.N., de Pontevedra, sufrió contusiones leves. Ambos trabajadores fueron evacuados al Complexo Hospitalario de Ourense.

Por su parte el conductor del camión, Santiago G.R., de 59 años, vecino de Melide (A Coruña), resultó ileso y siguió viaje en dirección a Vigo después de que los agentes de la Guardia Civil de Tráfico allí desplazados le dieran instrucciones de que volviera a emprender la ruta, ya que el vehículo tenía pequeños daños.

Por lo que respecta a la furgoneta, una grúa fue la encargada de retirar los restos esparcidos por la carretera, y se procedió al correspondiente levantamiento de los cadáveres tras la correspondiente orden judicial.

Debido a la magnitud del accidente fueron muchos conductores que viajaban en sus turismos en dirección hacia Vigo los que tuvieron que sufrir unas retenciones de más de cuatro kilómetros y durante algo más de media hora, que por momentos ,según explica una testigo, "estuvimos parados con los coches apagados".

Finalmente, el tráfico volvió a recuperar la normalidad pasadas las cuatro de la tarde, después de que el camión implicado emprendiera de nuevo el viaje y así se pudiera habilitar uno de los dos carriles con los que cuenta la autovía.