El abastecimiento de agua se ha convertido en uno de los principales problemas a los que debe hacer frente el Concello de Ourense, sobre todo si se tiene en cuenta el desarrollo de nuevas urbanizaciones y suelos empresariales, que llevan consigo un incremento sustancial de la población, que en la actualidad es de 108.000 habitantes.

Así, en el estudio que elabora la empresa Aguas de la Cuenca del Norte (AcuaNorte) -que firmó un convenio el Concello de Ourense y que será entregado el próximo mes-, se constata que la ciudad necesitará un caudal de 850 litros por segundo para dar respuesta a todas las necesidades de abastecimiento de agua a una población de 140.000 habitantes.

Pero la cantidad se dispara si se tienen en cuenta las previsiones contempladas en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) aprobado en 2003, que está vigente pero sobre el que pesan ocho sentencias de anulación del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), con una población de 250.000 habitantes. El caudal necesario sería de 1.350 litros por segundo.

En la actualidad el caudal de bombeo del río Miño y Loña es de 350 litros por segundo, mientras que el máximo que permitido, y que podría solicitar el Concello de Ourense según el actual Plan Hidrológico Nacional, se sitúa en los 560 litros por segundo.

De ahí que las estimaciones del PXOM en lo que se refiere al caudal necesario sean inviables, debido a que no contará con la aprobación de la nueva Confederación Hidrográfica Miño-Sil, organismo de la cuenca, como reconocen desde el propio Concello.

Lo que sería más factible, eso si se consigue convencer a la Confederación Hidrográfica, es que el caudal de bombeo permitido pase a ser en el futuro, en función del crecimiento, de 850 litros por segundo. Como argumento comparativo, fuentes municipales aluden al caso de Lugo, en el que será de 660 litros por segundo.

Pero para eso será necesario realizar una serie de obras, tanto en lo que se refiere a la captación como en la construcción de nuevos depósitos, que permitan mejorar el abastecimiento de agua.

Pero la prioridad pasa por el estudio de necesidades que tiene la ciudad en materia de abastecimiento que elabora AcuaNorte y para el que el concello aprobó en el pleno del viernes un gasto de 87.500 euros.

Nuevas urbanizaciones

Aunque las zonas que tienen actualmente más problemas son la Norte, en A Ponte y O Vinteún, así como la Este, en Barrocás y la carretera de A Granxa, con las nuevas urbanizaciones, y la de Santa Mariña y Seixalbo, donde el Concello tiene previsto el desarrollo de suelo industrial.

Así, como reflejan las quejas de los vecinos, es algo habitual que se queden sin suministro de agua, como es el caso de la Plaza 500 en Barrocás, y en varios puntos del barrio de A Ponte, en la que ya se han convertido en algo normal los reventones de tuberías debido a que tienen más de treinta años.

En la actualidad, de los 21 depósitos reguladores de agua, tan sólo 4 están en la zona Norte, de ahí los problemas que tienen de abastecimiento, mientras que los 17 restantes se encuentran en otros puntos de la ciudad en los que las incidencias en lo que se refiere al suministro de agua es menor, aunque pueden surgir de no adoptarse medidas, ya que en algunas de ellas se prevé un importante crecimiento de población en función de los desarrollos urbanísticos previstos en el PXOM.

El otro flanco débil es la zona rural del concello, aunque se espera poder resolverlo con los proyectos que se contemplan dentro del convenio con la Conselleria de Medio Ambiente, en el que se establece una inversión de 6 millones de euros, aunque sufre una importante demora.

En cuanto al saneamiento, al que se considera como un "problema gordo", por parte del concello se le intenta hacer frente, empezando por la construcción de una nueva depuradora.