El movimiento vecinal en Ourense pasa por uno de sus peores momentos. Y así, a la división existente entre estos colectivos se le suma ahora la decisión del Concello, confirmada a través de la Concejalía de Participación Ciudadana, de no hacer efectiva la subvención anual a la Federación de Asociaciones de Vecinos "Limiar", fijada en 35.000 euros.

La comisión delegada de la federación rechaza el argumento esgrimido por la concejala María Devesa para no firmar el convenio, que se refiere a los "graves problemas internos que tiene la federación", en alusión a la petición de doce asociaciones de vecinos de plantear una moción de censura y pedir nuevas elecciones.

El presidente de la federación vecinal, Manuel Carnero, arremete contra Devesa, a la que acusa de "vulneración de derechos constitucionales". Pero además hace extensiva esta misma acusación a todos los miembros del gobierno bipartito, tanto del PSOE como del BNG, pero en especial al alcalde, Francisco Rodríguez, que les había prometido dar una respuesta sobre el convenio en la reciente reunión que celebraron en la propia alcaldía.

Carnero sostiene que "somos víctimas de un ataque de acoso y derribo" por parte del concello y de las asociaciones vecinales que califica de "no afines", que los considera como "instigadores" de una maniobra que puede llevar a la desaparición de la federación.

La crisis en que se encuentra inmersa Limiar, que derivó en duros enfrentamientos entre los miembros de la comisión delegada y los representantes de doce asociaciones vecinales que forman parte de la federación, llevó a que la concejala de Participación Ciudadana adoptase la decisión, primero de demorar la firma del convenio, y luego de anunciar que no tiene intención de renovarlo.

Esto llevó a que se produjese un cruce de acusaciones entre la responsable municipal y la dirección de Limiar, que a través de su presidente insiste en que el planteamiento del concello no es otro que "sin sumisión no hay convenio", lo que considera un "ataque frontal a la independencia de nuestra organización".

Carnero denuncia que la decisión provocó que se paralizase la tradicional fiesta de convivencia vecinal, y que la propia federación, que contaba con esa cuantía económica, puede en los próximos meses tener serios problemas para funcionar.