La auditoría que analizará la política que en materia de personal se llevó a cabo en los últimos cinco años (2003-2007) durante los gobiernos del Partido Popular está en marcha después de que ayer el gobierno bipartito formado por el PSOE y el BNG aprobase el pliego de condiciones para la adjudicación del trabajo, a través de un concurso público, a una empresa auditora independiente .

El concello destina una partida económica de 36.000 euros y la empresa dispondrá de un plazo de cinco meses para la elaboración del informe, que se conocerá a finales del presente año, según anunció ayer el alcalde, Francisco Rodríguez, al término de la reunión que celebró la junta de gobierno local.

Con el argumento de "dar a conocer de una manera exacta y pormenorizada la actuación de los grupos políticos -en este caso el PP- y las personas", la auditoría externa tendrá como criterios de análisis las convocatorias y realizaciones de las oposiciones, composición de los tribunales, los contratos laborales e interinos que se realizaron, así como aquellos contratos vinculados a programas o subvenciones de otras administraciones.

También serán objeto de la auditoría todos los procedimientos seguidos durante esos cinco años en la contratación de trabajadores y evaluar si la política de contratación se hizo en correspondencia a las necesidades reales de cada una de las áreas municipales o, por contra, se realizaron en función de otras razonas.

En definitiva, se quiere auditar toda la política de un departamento tan importante como el de personal, al que el Concello de Ourense dedica un tercio del presupuesto municipal. Y después de que el bipartito constatase "graves disfunciones" en la estructura de personal, un colectivo formado en la actualidad, entre funcionarios, contratados y laborales, por cerca de 1.000 trabajadores.

Operatividad

La evaluación de la situación del personal, que analizará todos los departamentos municipales, es algo que los gobiernos del Partido Popular "nunca hicieron", tanto de las necesidades como de carga real de trabajo, lo que provocó "graves disfunciones" en la estructura de todas las áreas sometidas a una "rigidez que hace poco operativa la estructura de personal".

Rodríguez explicó que la auditoría mostrará los "puntos fuertes y débiles", y permitirá diseñar una actuación de funcionamiento para "ganar en eficacia en la gestión", que va redundar en un servicio "moderno, rápido y de calidad" a los ciudadanos. Y proclamar que la línea de actuación del gobierno bipartito es desarrollar una "política de personal transparente".