Con las fiestas mayores de la ciudad -las del Corpus- en puertas, la polémica con las barracas ensombrece el panorama festivo, sobre todo después de que en la jornada de ayer la concejal de Cultura, Isabel Pérez, eludiese mantener una reunión con una representación de feriantes que querían abordar la ubicación definitiva de las atracciones, delegando en un funcionario de su departamento.

De ahí que no resultase extraño que uno de los portavoces del colectivo de feriantes, Agustín Seara, calificase de "mal, muy mal y falta" el encuentro que mantuvieron con el funcionario, debido a que no se concretó nada sobre la ubicación de las atracciones, por lo que dijo estar convencido de que tanto al teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal, como la concejal de Cultura, Isabel Pérez, "no quieren las barracas".

Lo que no les vale a los feriantes es que "se nos diga que se ubicarán en el centro, pero sin especificar el lugar". Así, lo único que sacaron en claro es que una de las opciones que barajan es que las atracciones compartan espacio en la alameda y en la calle del Progreso, que se cerraría al tráfico en un tramo, según le comunicó el técnico municipal.

El colectivo de feriantes ourensanos asegura, a través de Agustín Sera, que junto a Ángel Dorbi, son los portavoces, que "queremos montar las barracas y las atracciones", por lo que piden "respeto para su trabajo" y sobre todo "que no se rían de nosotros y de nuestro trabajo", además de recordarles que "nosotros somos parte del pueblo ourensano".

También reivindican un espacio para todos los feriantes, y no que les ubiquen en diferentes puntos de la ciudad, como parece ser la intención de la responsable de Cultura.

Uno de los lugares que a juicio de los feriantes sería el idóneo es el del Parque Barbaña, pero está descartado, debido a que vetaron la zona "al venderse -los del BNG- por 1.000 votos", lo que llevó a que en estos momentos no tengan claro a dónde quieren llevar las barracas. Ante esta situación, la única respuesta de la edil de Cultura, que durante la jornada de ayer estuvo ilocalizable, a los feriantes fue que su secretaria los llamaría para mantener una reunión. Una actitud que incrementó el malestar del colectivo, que advirtió ayer que de no tener una solución "hablaremos más claro de muchas cosas".