La Feria del Libro cerró ayer en Ourense con un incremento de ventas que se sitúa en torno al 30%, pese a la crisis económica, debido, según los profesionales del sector, al traslado de las casetas al final de la rúa do Paseo, colindante con el Parque de San Lázaro, en lugar de hacerlo en la misma vía, junto a los jardinillos Padre Feijóo, en la praza de Pontevedra o en la Alameda.

La buena climatología fue otro de los factores que ayudó a que los ourensanos salieran a la calle y se animaran a comprar libros, con un diez por ciento de descuento, especialmente los grandes éxitos y las últimas novedades editoriales, a lo que también ha contribuido, según los libreros, que la cita se realizara a principios de mes.

La presidenta de la Asociación de Libreros de Ourense, Pilar González, afirma que la evolución positiva de la feria "se debe al trabajo realizado durante muchos años, que empieza a dar sus frutos".

Con un buen servicio de novedades durante todo el año y este tipo de eventos, las principales librerías logran mantener el tipo, pese al varapalo que supuso para este tipo de establecimientos la gratuidad de los libros de texto, circunstancia por la que cerraron 15 librerías en la provincia de Ourense, resalta Pilar González. Y señala: "Me preocupa que cierren librerías en un país que tiene un gobierno de izquierdas".

La Banda de Música de Ourense ofreció un concierto junto a las casetas, a partir de las 12,30 horas de la mañana, que fue seguido por cientos de personas.