La Guardia Civil detuvo a una mujer en O Carballiño, M.P.S.F., por gastar dinero con tarjetas de crédito que no eran suyas y realizar operaciones bancarias suplantando la identidad de personas a las que robaba. La detenida llegó a utilizar a sus hijos menores de edad para robar.

Las investigaciones que acabaron con la detención de esta mujer comenzaron el pasado 20 de mayo cuando Guardia Civil de O Carballiño recibió una copia de una denuncia presentada en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, con fecha del pasado 2 de mayo, por María Ángeles F.R., vecina de Ourense, quien la había formulado por un hurto de su cartera unos días antes en un estanco de su propiedad situado en la capital provincial.

La víctima denunció que en su interior portaba documentación personal, dinero y tarjetas de crédito, y posteriormente se percató que le habían cargado en una de las tarjetas sustraídas varias cantidades de dinero por un valor total de 3.868 euros, aproximadamente. Según la Guardia Civil de Ourense todas las operaciones se realizaron en establecimientos de la localidad de O Carballiño.

Así, en las primeras diligencias de investigación, los agentes solicitaron a la denunciante una copia del extracto bancario en el que aparecían reflejadas las operaciones realizadas con la tarjeta sustraída y los establecimientos en los que fue utilizada.

Tras recibir esta documentación se procedió a identificar y tomar declaración a nueve personas encargadas de establecimientos en los que se habían realizado las operaciones. Asimismo se recopiló numerosa documentación y se interrogó a más de 30 personas entre trabajadores de bancos, gasolineras, tiendas de telefonía y joyerías.

Once tarjetas de crédito

Como resultado de la investigación, se procedió a la identificación y posterior detención de la presunta responsable de los hechos, M.P.S.F., vecina de la localidad de O Carballiño, y se procedió a incautarle, según la Guardia Civil, ocho documentos de identidad, once tarjetas de crédito y documentación diversa que había sido sustraída, y tras el análisis de la documentación y demás documentos se averiguó que la detenida se dedicada a la sustracción de carteras en el interior de bolsos.

Al parecer, todo apunta a que esta mujer realizaba estos hechos delictivos aprovechando el lugar de trabajo, las visitas al médico, a establecimientos públicos de hostelería o a comercios de venta de ropa. Además, la sustracción de las carteras las realizaba supuestamente ella misma o sus hijos menores de edad y a continuación efectuaba compras o recargas de telefonía con las tarjetas sustraídas y solicitaba otras a nombre de las personas a las que le había sustraído la documentación y, tras recibir la tarjeta y el número de "pin", realizaba diversas compras.

Asimismo, los agentes comprobaron que se dedicaba a solicitar diversos créditos en entidades financieras suplantando la identidad de las personas a las que había sustraído la documentación y pedía que le efectuasen los ingresos en cuentas de su propiedad.

Usaba un buzón ajeno

La detenida llegó a enviar vía fax documentación a diversas entidades, remitiendo fotocopia de un carné sustraído y fotocopia de su cuenta bancaria y solicitando diversas operaciones financieras. De hecho, usurpaba la identidad de la persona del carné de identidad sustraído y falsificaba su firma, a su vez para recibir la diversa documentación que iba peticionando a las entidades financieras utilizaba un buzón de otro vecino de su mismo edificio, que pertenece a un piso de alquiler, que está abierto y no es utilizado por su propietario.

El verdadero dueño del buzón entregó a los agentes numerosas cartas dimanantes de entidades bancarias y a nombre de terceras personas y, entre ellas, alguna víctima de los hurtos. Según la Guardia Civil, probablemente además de las personas identificadas como víctimas de los hurtos existan más personas que por el momento no se hayan percatado de que han sido víctimas de la sustracción de documentación, así como de la usurpación de su identidad para solicitar créditos o tarjetas a su nombre.

Tras pasar a disposición judicial, la detenida quedó en libertad con cargos hasta la celebración de juicio. Mientras, la Guardia Civil sigue con las pertinentes investigaciones.