La provincia tiene los índices de pobreza más altos de Galicia, por encima del 40 por ciento, según los datos aportados ayer por el director de Cáritas Diocesana de Ourense, Miguel Pérez de Juan, quien subrayó que entre los factores que provocan el empobrecimiento de las familias y personas destaca el analfabetismo, con un 6,5 por ciento de la población gallega, un total de 63.824 personas. Otras causas generadoras de la pobreza están relacionadas con el bajo nivel educativo, la escasa formación profesional, el desempleo y el empleo en precario.

En la presentación del Observatorio de la Pobreza que puso en marcha Cáritas, Pérez de Juan destacó que el ingreso medio mensual de los hogares bajo el umbral de la pobreza en Ourense es de 491 euros, mientras que la tasa de riesgo de pobreza es de un 18,52%, el más alto de Galicia.

Así, de acuerdo con los datos de que disponen, el umbral de la pobreza afecta a 78.167 personas, el 23,2 por ciento, de las que 40.577, un 51,92 por ciento, son mujeres, y 37.590, el 48,08 por ciento, hombres. El umbral de la pobreza se corresponde con el 60 por ciento de la media de los ingresos equivalentes de todas las personas. Y se consideran pobres aquellas familias o personas cuyos ingresos mensuales están por debajo del salario medio.

En la provincia la media mensual de ingresos por unidad familiar es de 1.275 euros, mientras que el de Galicia está en los 1.700, por lo que están bajo el umbral de la pobreza los hogares con un ingreso medio de 637 euros.

Pérez de Juan también incidió en que 41.654 son los hogares ourensanos, un 31,16 por ciento, con personas mayores de 65 años, y cuyos ingresos medios está en: hasta 400 euros un total de 1.674, entre 400 y 600 euros son 12.400, y entre 600 y 1.000 euros la cifra es de 12.121 personas.

Precariedad social

Aunque los datos son determinantes, el director de Cáritas, después de indicar que se incorporan al Observatorio, reconoció que la pobreza siempre lleva al aspecto monetario, lo que hace difícil su aplicación en sociedades de marcado carácter rural, como la ourensana, en donde hay otros aspectos que juegan un papel importante en la aparición de nuevas pobrezas, difíciles de medir.

De ahí que hiciese referencia a lo que denomina "precariedad social", y que afecta a 4 de cada 10 personas mayores de 65 años que viven solas. Y explicó que aún estando en mejores condiciones económicas que otras, "no lo están de salud, ni de acompañamiento".

Y concretó que "estamos hablando de personas que aunque las pensiones les pueden ubicar en mejor situación están cerca del umbral de pobreza, que coyunturalmente puede traspasar en algunos momentos". Asegura que sus problemas están claramente definidos: "la soledad, la salud y también el analfabetismo". Es por eso que se deben incluir dentro de las personas que se encuentran dentro del umbral de la pobreza.