La vigésimo cuarta edición de la Feria del Libro de Ourense abrió ayer su escaparate y un amplio abanico de referencias literarias en la céntrica calle del Paseo, y se convirtió en el "enclave más literario" de la ciudad, como dijo en el acto inaugural el alcalde, Francisco Rodríguez. Las 14 casetas, de las que siete corresponden a libreros ourensanos, cinco a diferentes editoriales, y las otras dos a librerías de Vigo y Santiago, se convierten en "ventanas mágicas" que pretenden inculcar el hábito de la lectura a los ourensanos.

Fue el pregonero, el escritor Agustín Fernández Paz, quien se encargó de proclamar que Ourense es la provincia con "mayor densidad literaria", ya que un importante elenco de escritores, desde Curros, pasando por Valente y Ferrín, sin olvidarse de Pura y Dora Vázquez, entre otros muchos, conforman ese universo literario, recordó.

Pero el suyo fue un pregón con tintes reivindicativos en favor de la cultura y la literatura gallega, que debe "estar en pie de igualdad", pues considera que "seremos universales desde la propias raíces".

Es por eso que aprovechó la presencia de un importante número de representantes de diferentes administraciones para demandar políticas activas de promoción del libro, así como "bibliotecas atractivas" que inviten a la lectura.

De ahí que, a modo de consejo, trasladase a los poderes políticos que ésa debe ser la "prioridad estratégica de un gobierno democrático".Una "revolución silenciosa de la lectura" en la que dijo "estamos enfrascados".

Reconociendo que los tiempos que corren "son difíciles", el escritor Fernández Paz sostiene que los síntomas que hay permiten ser optimistas y vislumbrar un horizonte de esperanza. Y aludir a que, aunque parezca lo contrario, "internet se convirtió en aliado de la lectura". Aunque el gran reto es que "los libros en gallego pueden competir en igualdad de condiciones".

Con la cita de José Ángel Valente, "ayudar a cambiar el mundo a través de las palabras", el pregonero de la Feria del Libro selló su compromiso, como lector y escritor, con la aventura literaria que desde ayer tiene en la calle del Paseo el punto de encuentro con en una ciudad que se convierte en ese "universo simbólico que presidirá Blanco Amor", como proclamó el teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal, que también acudió a esta cita con los libros. Y que para la presidenta de los libreros ourensanos, Pilar Rodríguez, es una especie de "República independiente de la palabra que no queremos compartir con el IPC".