X.M. del Caño / Ourense

La Confederación Hidrográfica del Norte y la Consellería de Medio Ambiente admiten que llegaron restos de gasóleo al Miño, aunque "diluidos, dentro de los parámetros que permite la ley". Equipos técnicos de ambos organismos dedicaron la jornada de ayer a buscar manchas de gasóleo en el cauce fluvial, especialmente en los remansos, ante el temor de que se haya producido una contaminación de mayor magnitud.

El comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Norte, Manuel Gutiérrez, reconoció ayer durante una comparecencia que realizó en Reza junto al alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, que el gasóleo que no queda retenido en los lodos de la depuradora "va al río, en unas proporciones bastante diluidas". Explicó que en las muestras tomadas, "parece que no existen afecciones ni se ven concentraciones o acumulaciones importantes. Estamos mirando zonas de remanso, donde se pudieran acumular, para tomar medidas de limpieza si fuera necesario. Estamos paseando el río, investigando si existen esas acumulaciones, pero evidentemente con los caudales de vertido, la laminación que se ha hecho y la retirada de esos hidrocarburos que se ha producido en la propia planta, el residuo que llega al río, evidentemente da olor, pero parece que no da muestras de acumulaciones que se puedan apreciar visualmente, salvo en puntos muy concretos de zonas de remanso, donde se pueda acumular". Y agregó: "Eso es lo que estamos intentando localizar, para limpiarlos en el menor tiempo posible".

Gutiérrez resalta la colaboración existente entre distintas administraciones para solucionar el problema. "La depuradora está funcionando adecuadamente. Estamos siguiendo la contaminación que pudiera aparecer en el río, para ver si es necesario tomar algún tipo de medidas. De momento parece que la problemática se ha limitado a la planta depuradora, que ha podido asumir el vertido de gasoil y estamos tomando muestras, tanto en el río como en el vertido, junto con Aquagest, junto con la Consellería de Medio Ambiente, para ver qué efectos pueden producirse y adoptar las medidas necesarias". Y reitera: "En principio parece que en el río no hay restos apreciables de hidrocarburos y no parece que haya habido una afección importante en el cauce fluvial".

El delegado provincial de Medio Ambiente, Francisco Fumega, indica que después de enviar las primeras muestras de agua que se recogieron en el río a Santiago, para proceder a su análisis en un laboratorio, ocho agentes del servicio recorren el río, cauce abajo, tomando muestras y buscando posibles machas de gasóleo. "En el caso de que se encuentre alguna mancha, procederemos a retirar la contaminación, aspirándola con bombas desde una barca, para llevarla a Sogarisa, donde se haría un tratamiento de lodos".

Fumega resalta que cuenta con una importante cantidad de medios a disposición, al disponer de maquinaria adecuada, además de la posibilidad de recurrir a los servicios de la empresa pública Tragsa, "en el caso de que sea necesario. Pero de momento la depuradora está recuperando".

El teniente de alcalde, Alexandre Sánchez Vidal, pide que el departamento de Medio Ambiente del Concello abra un expediente de investigación para dilucidar todas las circunstancias que rodearon al vertido. Explica que la Policía Local tuvo conocimiento del vertido el pasado viernes, que le comunicó al Seprona y a la Policía Autonómica, por ser materia de su competencia. Pero lamenta que en estos momentos todavía no se sepa si hubo salida de carburante de la depuradora al río.

Sánchez Vidal pide que se investigue "una fuga de un depósito que tenía 25.000 litros de gasóleo, que después se volvió a llenar con 30.000 litros, para perderlos de nuevo", práctica que califica como "disparatada", por lo que pide que la administración local le exija responsabilidades a Adif, en el caso de que se confirme.

Tenencia de Alcaldía tomó de forma inmediata muestras, en la zona termal del río, para comprobar si el agua estaba contaminada. Sánchez Vidal anunció que dará a conocer los resultados con la máxima celeridad, pese a que confía en que no esté afectada.

El alcalde, Francisco Rodríguez, indicó que el Concello va a estudiar lo sucedido, tal como propone Sánchez Vidal, y "exigirá responsabilidades a Adif, en el caso de que corresponda". De todas formas, indica: "Lo que más me preocupa ahora es buscar soluciones, y luego ya buscaremos culpables".

El brigada Pascual Crestedo revela que el Seprona se desplazó a Reza el viernes, después de que la depuradora detectara el problema a las 21,30 horas. "El grueso del vertido llegó sobre la una de la madrugada del viernes al sábado a la depuradora". El encargado de la planta depuradora de Reza presentó una denuncia el domingo, ante la Policía Autonómica.

En principio, por las investigaciones realizadas hasta ahora, Pascual Crestedo considera que "lo que ha habido ahí son unos daños a la depuradora, no hubo un vertido. No sé lo qué afectó al río, pero parece que fue algo mínimo". La llegada de 55.000 litros de gasoil a la depuradora provocó problemas en los filtros y la mortaldad de microorganismos, que se utilizan para la depuración, por lo que tendrán que ser repuestos desde otras plantas".

El BNG muestra una gran indignación contra el silencio de ADIF, "ante la gravedad del vertido", teniendo en cuenta que tuvo que ser la planta depuradora la que detectó el problema.

El senador nacionalista Xosé Manuel Pérez Bouza solicita la comparecencia en el Senado del presidente de Adif para que aclare las circunstancias en las que se registró el vertido de 55.000 litros de gasóleo al río Miño desde los talleres situados en el barrio de Peliquín.

Pérez Bouza también pide al Gobierno información sobre las inversiones que realizó ADIF en los talleres, teniendo en cuenta que el Ministerio de Medio Ambiente incluía esta zona como "un lugar de alta contaminación". Solicita datos sobre las posibles sanciones que la Confederación Hidrográfica del Norte le impuso a Adif por la realización de otros vertidos.

Por su parte, el portavoz de Adega, Xan Carlos Fernández, reclama la dimisión del concejal de Medio Ambiente del Concello de Ourense, Demetrio Espinosa, al entender que tuvo conocimiento del vertido por la Policía Local y no avisó a la depuradora.

Fernández advierte de que las lluvias pueden empeorar la situación, por la gran cantidad de agua que entrará en la depuradora, por lo que pide que se trasladen "barreras de contención, como se hace con los vertidos en la costa, para poder retirar el carburante que llegue al río, en caso de necesidad". El grupo municipal del PP critica la pasividad del alcalde ante la crisis del vertido.

El conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, comparece hoy en el Concello de Ourense, junto al alcalde, a las 12:30 horas, para explicar las actuaciones de su departamento, tras conocer la fuga de gasóleo a la red de saneamiento de Ourense. De momento ya ha trascendido que abrió un expediente informativo del que derivarán responsabilidades.