El Concello de Ourense rubricó ayer su adhesión al Consorcio Galego de Servicios de Igualdade e Benestar, una vez que el vicepresidente Anxo Quintana y el alcalde Francisco Rodríguez firmaron el protocolo de colaboración que contempla la construcción de cinco escuelas infantiles, una residencia para personas mayores, dos centros de día, un centro de día de atención especializada a enfermos de Alzheimer y otras demencias, dos centros cívicos de barrio, la adquisición de un edificio para centro social, así como la mejora y reforma del Fogar del Transeúnte, el Centro de Información a la Mujer y la gestión pública de la casa de acogida de mujeres víctimas de la violencia de género.

Los programas y proyectos que se incluyen en el protocolo supone una inversión de 20 millones de euros y Vicepresidencia manifiesta su voluntad de llevarlos a cabo en el período 2008-2011, como había adelantado la concejal de Servicios Sociales, Marga Martín, el pasado jueves, una vez se alcanzó el acuerdo.

Así, Anxo Quintana indicó que "el dinero para ejecutar las nuevas infraestructuras sociales previstas está disponible", y que será el Concello de Ourense el que "nos marque los ritmos de ejecución". Y explicar que algunas de las nuevas dotaciones sociales "están muy avanzadas", como las dos escuelas infantiles, así como la expropiación de terrenos en Barrocás, donde se construirá la residencia de mayores -una de las prioridades de Vicepresidencia-, con 150 plazas de asistidos, que se convertirá en centro de referencia del área metropolitana de Ourense y en la que se invertirán más de siete millones de euros.

Anxo Quintana subrayó que la firma del convenio "escenifica la colaboración real y efectiva para trabajar conjuntamente las administraciones en un tema tan sensible como son las políticas de bienestar social". Y recalcó que estos acuerdos, que suponen "doblar los esfuerzos financieros, de gestión y los políticos", redundan en beneficio de todos los ciudadanos.

Aunque aludió a que muchos de los equipamientos que se contemplan en el protocolo podrían desarrollarlos tanto la Xunta como el Concello dentro del marco de sus competencias, sin necesidad de recurrir a la colaboración institucional, Quintana sentenció que "haríamos mal, unos y otros, porque los ciudadanos reclaman un marco de colaboración estable", de ahí que el futuro pase por "el trabajo conjunto para asegurar servicios sociales de calidad".

El alcalde destacó que la negociación con Vicepresidencia fue "extraordinariamente cordial" y lo más importante es que "permitió mejorar el borrador inicial y contar con un documento plenamente satisfactorio, sin renunciar a nada en el futuro".