El director general de Tráfico, Pere Navarro, puso ayer como ejemplo y referencia del descenso de la siniestralidad vial en el contexto del Estado, en lo concerniente a accidentes de trafico mortales, a Galicia y, sobre todo a la provincia de Ourense, ya que están situadas por encima de la media nacional.

Así, los datos que aportó, después de visitar las nuevas instalaciones de la Jefatura Provincial de Tráfico, relacionados directamente con la nueva política que en materia de seguridad puso en marcha el Gobierno central, como el carnet por puntos, los contrales y radares de tráfico, así como las reformas del Código Penal aprobadas, son concluyentes: La reducción de los accidentes con víctimas mortales en el período comprendido entre 2003 y 2007 se sitúa en el 43 por ciento. Con lo que "se superaron los objetivos que se habían previsto alcanzar a finales de 2008", indicó.

Para Navarro, estos resultados "tiene más mérito", debido a que en la provincia de Ourense las carreteras son "más complicadas, igual que el clima". De ahí que dejase patente ese reconocimiento, que también hizo extensivo al resto de Galicia, en la que también se registraron unos datos relevantes, ya que desde el 1 de enero hasta hoy en día la reducción de accidentes de tráfico con víctimas mortales fue el 29,2 al pasar de 72 a 51 muertos.

Además de destacar el trabajo de la Xunta de Galicia y del personal de Tráfico, tuvo un especial reconocimiento para la sociedad civil, en concreto para las asociaciones, como la de prevención de accidentes de tráfico, cuyo delegado en Galicia es el policía local, Maxi Cid, que realizan un "importante trabajo en favor de la seguridad", y así, a través de campañas contribuyen a reducir los accidentes.

Navarro dijo que "cada vez tendrán más protagonismo", con lo que se pone de manifiesto que tenemos una sociedad civil "viva, activa y comprometida" con estos problemas, lo que "nos invita al optimismo de cara al futuro". Y añadir que en estos momentos "adelantamos a Italia, Bélgica y Austria, un país serio, en la reducción de siniestralidad vial, y sólo queda Alemania".

Pero alertó de que "no debemos confiarnos", y aludir a lo que ocurrió en otros países europeos en los que se había conseguido bajar los índices, ya que luego se produjo un "efecto rebote, con un nuevo incremento, hasta logar consolidar una cifras de accidentes mortales".

En cuanto al funcionamiento de las autoescuelas, Pere Navarro dijo que "seguro hay que mejorarlas", y la apuesta de la Dirección General de Tráfico se centra en "ir a una mayor calidad y exigencia de rigor". Aunque reconoce que uno de los retos inmediatos está relacionado con las motos, para anunciar que en estos momentos "estamos revisando todo lo relacionado con la formación, para garantizar esa calidad".