La Policía Local contabilizó un total de 43 accidentes de tráfico en el casco urbano de la ciudad la pasada semana, seis siniestros más que la anterior debido, según este cuerpo municipal, a las condiciones de peligrosidad añadida que ha supuesto el temporal de lluvia.

Según fuentes de la Policía Local de Ourense, la situación "pudo haber sido mucho peor si tenemos en cuenta que casi todas las semanas tuvimos un tiempo lluvioso, con la calzada muy peligrosa para la circulación".

Como ejemplo de la incidencia que tuvo la lluvia en el aumento de la siniestralidad están los datos del lunes de la pasada semana, una jornada de tiempo primaveral, en la que la Policía Local atendió sólo 4 siniestros.

Sin embargo el domingo, que se ha convertido según el estadillo policial en el peor día de la semana en cuestión de accidentes de tráfico y día de lluvia imparable, se registraron 12 siniestros, uno de ellos con un herido.

El estadillo de víctimas registró un total de seis heridos, uno de ellos grave, así como un atropello. En cuanto al número de asistencias a personas fueron atendidos tres peatones, cuatro menos que la pasada semana, dos de ellos por embriaguez y otro por enfermedad.

También se produjeron dos intervenciones por actos vandálicos, dos menos que la anterior semana, una de las cuales afectó a un árbol y otra contra una señal de tráfico.

Los agentes de la Policía Local realizaron además catorce intervenciones por alcoholemia, dos más que la semana anterior. Una estadística "preocupante", afirma este cuerpo local, y que lleva cuatro semanas subiendo, a pesar de la acción policial, tanto a través de controles específicos como de las infracciones que impone la Jefatura de Tráfico.

Dos de las alcoholemias se detectaron tras un accidente de tráfico, una por conducción temeraria y cuatro por conducción negligente. Además un mismo conductor de 43 años fue sorprendido en dos ocasiones en la misma semana conduciendo bajo los efectos del alcohol. Un reincidente empedernido, está claro.

También hubo tres diligencias abiertas contra otros tantos conductores que se negaron a someterse a las pruebas de alcoholemia.