El humorista y payaso italiano Leo Bassi actuó ayer en el Auditorio de Ourense dentro de la Mostra Internacional de Teatro Universitario que se celebra en la ciudad durante estos días, delante de numerosos ourensanos que no se quisieron perder la interpretación de su último espectáculo La revelación, siendo una de las últimas veces que el público la podrá ver dado que prevé el estreno de "La Utopía" en el marco de la Expo de Zaragoza, que será como él mismo dijo "una segunda parte de esta, ya que trataremos el mismo tema".

La Revelación, como bien explica su propio autor, Leo Bassi, trata el ateísmo y por este motivo "he sido muy criticado e incluso amenazado". Simplemente "trato de trasladar al público lo que para mí es el ateísmo en clave de humor", y vaya si lo consiguió, ya que el público ourensano no escatimó en risas a lo largo de este espectáculo.

En este sentido, Bassi argumentó que "cuando uno consigue que la gente que te está viendo se ría es porque en el fondo comparte lo que le cuentan".

Sin duda tener a este humorista en la ciudad fue todo un lujo para los ourensanos y poder ver esta representación aun más, dado que, según parece, "es la segunda obra de teatro más vista por todos los españoles". Unas 120.000 personas ya disfrutaron de ella, a lo que Bassi añade que "aunque en España somos cuarenta y cuatro millones no está nada mal".

Es que las contradicciones de las distintas religiones son los lemas en torno a los que gira la propia obra y por contra se hace una alabanza a personas como Voltaire o Descartes, entre otros.

En este caso, y como ya había adelantado el humorista, "este espectáculo ya ha evolucionado" hasta convertirse en lo que los ourensanos fueron testigos ayer.

El circo es ateo

Por otro lado, Leo Bassi reveló, y nunca mejor dicho, que "soy ateo porque me viene de familia", y en ese sentido "me considero conservador porque he conservado las tradiciones y la sabiduría que me han traspasado mis propios antepasados".

Además también indica que "en el mundo del circo hay muchas personas que son ateas aunque no lo digan", porque "en cierto modo nosotros también creamos milagros". De hecho afirma que él con seis años "ya sabía todos los trucos de magia", y que en cierto modo "considera que eso es muy similar a lo que defiende la religión".

Finalmente, acabó diciendo que "lo del ateísmo viene también porque los humoristas huimos de lo perfecto más bien lo evitamos y Dios representa la perfección".