El escepticismo del portavoz del PP, Enrique Nóvoa, contrastaba con la preocupación del teniente de alcalde y portavoz del BNG, Sánchez Vidal, al término de la reunión que mantuvieron con el alcalde, el socialista Francisco Rodríguez, en la que se abordaron aspectos relacionados con la llegada del AVE a la capital ourensana, y cuyas explicaciones no acabaron de convencerlos al concluir ambos que no se cumplirá el compromiso de que sea en 2012.

Así, Nóvoa fue concluyente: "El AVE no llegará en 2012 ni en el 2014". Aunque evitó hablar de fechas esgrimiendo que "ese compromiso lo tiene que asumir quien le corresponde, en este caso el gobierno socialista", sostiene que la alternativa del nuevo trazado de entrada a la ciudad supondrá "un retraso importante si no hay una apuesta presupuestaria clara".

Para los nacionalistas, socios en el gobierno municipal, la preocupación se centra en que ahora mismo "contamos con un estudio de impacto medioambiental que se remitió al ministerio, lo que nos pone en un escenario de que no se cuente con el proyecto hasta dentro de 3 años". Y aunque defiende que "todos tenemos que estar detrás del alcalde, debemos ser exigente".

Sánchez Vidal asegura que cumplir con el plazo marcado depende de "la rapidez en la tramitación administrativa y sobre todo del compromiso presupuestario para el proyecto", lo que le llevó a demandar que "Ourense tiene que ser una prioridad".

El alcalde, que dijo entender la preocupación de sus socios de gobierno, el BNG, aunque no así la afirmación del PP, en lo que a plazos se refiere, subrayó que "tengo que creer por fuerza y convicción en que los compromisos del Gobierno del Estado y de la Xunta se van a cumplir. Si otros tienen otra opinión es su criterio, pero no la comparto".

Además de recalcar que el compromiso asumido por Fomento de presentar un nuevo trazado a la integración del AVE en la ciudad "está asumido", también señaló como "elemento clave" para cumplir plazos el contar con "una aliada excepcional, como es la ministra de Medio Ambiente, que tiene mucho que ver con el plazo para el estudio de impacto ambiental, que va de 6 meses a 2 años. Rodríguez trasladó a los portavoces de los dos grupos, PP y BNG, el compromiso asumido por la ministra de "agilizar todo el proceso".