Escribo estas últimas letras, cuando ya poco falta para que se cumpla la sentencia que, para siempre, me separa de vosotros. Es triste que en plena juventud, cuando mejor sonreía la vida, haya que abandonarla violentamente y sólo por el delito de pensar".

Éste es un extracto de la carta, con la que el joven ourensano Antonio Taboada Nóvoa se despedía de su esposa e hijos días antes de su muerte, un 27 de julio de 1937, fusilado en el llamado Campo de Aragón de Ourense. Tenía 29 años, era militante de las JJ.SS. y esta carta, cedida por su familia, fue leída ayer íntegramente en el Cementerio de San Francisco, dentro del acto de homenaje a los 114 ourensanos fusilados en la ciudad por sus ideas republicanas.

La Asociación Amigos da República de Ourense, encargada de recuperar cada año para la memoria aquel 14 de abril de 1931 en el que se proclamó en España la II República y a sus protagonistas, rindió homenaje ayer a estos 114 ourensanos asesinados, "por el único delito de pensar", como indicó el joven Taboada, instalando en el Cementerio de San Francisco, al lado del grupo escultórico con el que la ciudad recuerda a estas víctimas, una placa situada sobre un atril con el nombre y apellido de cada uno de los fusilados ourensanos.

Testimonio

Las banderas republicanas ondearon de nuevo de modo testimonial en este homenaje floral en el que se reproducían los tonos de la bandera tricolor, silenciada por las balas.

Representantes de la corporación municipal ourensana, directores xerales de la Xunta como Xosé Carballido Presas, militantes y simpatizantes de la causa republicana y familiares de represaliados, como la hija del Manuel Suárez Castro, el único alcalde republicano que tuvo Ourense, participaron en este acto que fue amenizado por la acordeonista Cristina Asenjo.

El vicepresidente de la asociación Amigos da República pidió la retirada de nombres del callejero ourensano que recuerdan los episodios y nombres más funestos de la represión, y que en cumplimiento de la Ley de la Memoria Histórica se rinda un homenaje y se dedique una calle al alcalde republicano injustamente olvidado.

"Desde Amigos da República partimos de la idea de que los pueblos que olvidan su pasado están condenados a repetirlo", explicó el vicepresidente de la asociación. "Algunos pensarán que eso es reabrir heridas, aunque nosotros creemos que es, simplemente , curarlas, cicatrizarlas", manifestó.

Añadió que actos como éste , "no tratan de devolverle la dignidad a los republicanos asesinados. Ellos nunca perdieron la dignidad, dignidad que sí perdieron sus verdugos", señaló Xosé Lois Carrión.

Una muestra de esa dignidad fue precisamente la carta de despedida escrita por Antonio Taboada a su familia antes de ser fusilado, en la que reconocía a su esposa e hijos que "he caído en el cumplimiento del deber. Luchamos por una nueva humanidad, por una nueva civilización. Cuando se da la vida, en defensa de esos principios ¿Qué más satisfacción que la ser de los elegidos?".

Setenta y siete años después su voz volvió a sonar ayer. Hoy Amigos da República realizará además a las 19 horas un homenaje a los "artistiñas" de O Volter en Plaza Eirociño dos Cabaleiros, acto que continuará en el Liceo.