El Concello de Ourense redactará unos estatutos de funcionamiento del servicio de Protección Civil y hará una restructuración interna del mismo, que comenzará con la supresión del pago de dietas a los conductores de ambulancias -que serán sustituidos por bonos para comer en restaurantes-, para zanjar así la crisis interna abierta en el servicio entre los trabajadores que cobran por sus servicios y los que colaboran de forma altruista.

El malestar entre los voluntarios se materializó antes de las elecciones con un escrito firmado por una parte de los mismos, en el que pedían la dimisión del concejal de Seguridad Ciudadana, Fernando Varela, y del actual coordinador del servicio por presuntas "irregularidades".

Fernando Varela reconoce que hubo esas irregularidades, pero datan del anterior gobierno municipal cuando un jefe de Protección Civil "decidió pagar dietas a determinados operativos, algo que nunca se había hecho en un servicio altruista que es llevado por voluntarios", lo que generó una auténtica pugna con "disputas y peleas entre los voluntarios que cobran y los que no llegando a la situación actual".

De aquel momento data también la denuncia por el uso indebido de las instalaciones de las oficinas del servicio de Protección Civil, situadas en el Campo de la Feria, "en donde se llegaron a celebrar fiestas nocturnas y que se saldaron incluso con graves denuncias en el juzgado", explica Fernando Varela.

El concejal de Seguridad Ciudadana compareció ayer en las dependencias de Protección Civil arropado por el nuevo presidente de esta agrupación local, Manuel Fernández, y por los jefes de Policía Local y Bomberos, Abelardo Ulloa y Aurelio Gálvez, respectivamente.

De este modo quiso salir también al paso de las críticas de los voluntarios disidentes y explicar que "Bomberos y Policía Local son los auténticos medios de emergencias, pero Protección Civil es sólo un servicios de apoyo a los mismos".

El área de Seguridad Ciudadana fue desmontado una por una las críticas de este grupo de voluntarios que firmaron el escrito de protesta con documentos que demuestran que el servicio cuenta con ropa y uniformes reglamentarios, que no están desprotegidos como se dice y hay un seguro de responsabilidad civil firmado por el concello en enero de este año que no existía hasta entonces, según Varela.

También puntualiza que los voluntarios que firmaron el escrito de protesta fueron 42 de los 86 que hay en el servicio y la mayoría pensaba que era para pedir mejoras y no para solicitar la dimisión del edil y del jefe del servicio.