La Unidad Asistencial de Drogodependencias de Cangas dio ayer un primer paso para su paulatina integración en el Sergas. La sustitución de la Policía Local por vigilancia privada que sufraga la Consellería de Sanidade es un paso en este proceso. Para el próximo año, la nueva ley, cambiará también de nombre a estas unidades, dejarán de llevar el de drogodependencias para acogerse a otro que se ajusta más a la realidad de los tiempos y que será el de Unidad de Conductas Adictivas.

Y es que hay un nuevo perfil de población atendida en estos centros, Cangas es un ejemplo, y también otras conductas diferentes de cuando en 1986 se abrió el centro. A finales de los años ochenta, según el estudio que confeccionó el director del centro de Cangas, Maxi Portela, se atiende una población de consumidores de heroína por vía intravenosa y alta prevalencia de VIH. En los años noventa, fue cambiando la vía de administración de intravenosa a pulmonar, reduciéndose la prevalencia del VIH, y aumentando los inicios debidos a otras drogas. En estos primeros años del siglo XXI, se aprecia una clara diversificación de la droga principal motivo del tratamiento, produciéndose más inicios por alcohol y cocaína que por heroína. Otros datos significativos del cambio del perfil son el progresivo aumento de la media de edad de inicio del tratamiento, la disminución de los usuarios con antecedentes judiciales e ingreso en prisión, y mayor frecuencia en los tratamientos psiquiátricos previos.

Entre 1986 y 2006, UAD atendió a 56.000 personas de los Concellos de Cangas, Moaña y Bueu. El perfil de las nuevas conductas adictivas es lo que obliga a estos centros como el de Cangas a reconvertirse. Ya no sólo se atienden problemas de drogas, sino adiciones a los juegos o, por ejemplo, a las nuevas tecnologías. En la UAD se ofrece un servicio individualizado y la intención del nuevo gobierno local es que se sepan los servicios que se ofrecen en este centro y su coordinación con la Atención Primaria.