El gobierno tripartito de Cangas "acata", pero no comparte, la orden judicial de suspender el proceso para elegir los festivos locales que debería culminar mañana con la votación en urnas habilitadas en las bibliotecas parroquiales. Para expresar ese rechazo, y especialmente a la "intromisión" en la autonomía municipal por parte del Gobierno central -que presentó el recurso a través de la Abogacía del Estado-, ha convocado una concentración de protesta para mañana a las 12.30 horas frente al consistorio y llama a la ciudadanía a expresar en la calle ese malestar. Al mismo tiempo, tanto el alcalde, Xosé Manuel Pazos, como el edil de Participación Veciñal e Transparencia, Jesús Pérez, han anunciado que el Concello sigue adelante, "mesmo con máis forza", en su intención de consultar a sus ciudadanos sobre asuntos que les competen y que ya trabajan en "varias fórmulas" para llevarlo a cabo, entre ellas a través de internet, como ya se ha hecho en otros municipios españoles.

La jornada de ayer fue muy intensa en las dependencias municipales. El alcalde se reunió a primera hora con el equipo de Roibas Abogados, que se encarga de la asesoría jurídica y la asistencia letrada del Concello, para analizar los pasos a seguir tras recibir el auto del Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 2 de Pontevedra por el que se suspenden todas las actuaciones relativas al proceso participativo que debería celebrarse mañana. Poco después, Pazos firmaba una resolución ordenando "paralizar na súa totalidade" dicho proceso, suspender la consulta y dejar sin efecto "calquera tipo de actuación relativa ao proceso participativo de elección dos festivos locais". También ordenó publicar esa decisión en la página web del Concello, donde se hacer constar que "o Xulgado Contencioso número 2 de Pontevedra resolveu paralizar cautelarmente o proceso participativo para a elección dos festivos locais. Polo tanto, este domingo día 27 de maio non se celebrará a consulta popular".

En la reunión de ayer también se decidió que el Concello se persone en el citado procedimiento judicial y designar en representación y defensa de los intereses municipales al mismo bufete con el que tiene contratado el servicio. La juez citó a las partes para el próximo martes, y lo más probable es que el regidor no tenga que asistir personalmente en este trámite.

Mientras la actuación judicial se concreta, tanto el alcalde como los representantes de ASpUN y del BNG ya trabajan en la respuesta inmediata que se quiere dar desde la institución municipal y también desde la calle. Las declaraciones de los portavoces del PP, José Enrique Sotelo, y Cangas Decide, José Luis Gestido, criticando la actuación del gobierno tripartito en este asunto e incluso pidiendo la dimisión del edil Jesús Pérez hacen impensable el consenso sobre la concentración de protesta ciudadana, por lo que la convocatoria no la hace el Concello sino el gobierno local, al que la suspensión le parece una medida "excesiva". En todo caso, no renuncia a la idea de consultar a los ciudadanos cumpliendo los trámites pertinentes y garantizando que tenga efectos.

Los ediles de Asemblea pola Unidade (ASpUN) tienen claro que la consulta "vaise facer si ou si e o antes posible", y buscan alternativas a la vía que marca el artículo 71 de la Ley de Bases de Régimen Local, pues demoraría los trámites cerca de un año, según sus estimaciones. Por eso desde el Concello ya se está trabajando "nunha ferramenta dixital de votación" similar al que ya se ha empleado "sen problemas" en algunos municipios, más práctico y que permitiría "axilizar" el procedimiento. La votación a través de internet podría prolongarse durante varios días y "respaldarse" en locales físicos, aunque sin presencia de urnas.

Para los gobernantes de Cangas, la intervención del Estado en este asunto es una prueba más de la "involución" de la libertad de expresión y los métodos represivos que emplea el Estado para evitar la participación de la ciudadanía en asuntos que le incumben. Lamentan que la suspensión se dicte en vísperas de la cita con las urnas, que ya estaban dispuestas en el Concello y precintadas para su traslado a las bibliotecas de las parroquias, pero tienen claro el "interés popular" en expresar sus opiniones y en un modelo que se consolidará frente al actual, "caduco e sen futuro". Confían en que la protesta de mañana sea masiva para avanzar en ese objetivo.