La empresa Construcciones Vale trabaja ya en la construcción de las aceras incluidas en el proyecto de reforma de la calle Baiona, que la Diputación financia con 150.000 a través del Plan Concellos. Aunque las obras, que comenzaron a principios de abril, tienen un plazo de ejecución de un mes, la adjudicataria no puede cumplirlo porque "houbo que facer bastante máis do previsto", señala la concejala Mercedes Giráldez, que asegura que fue necesario cambiar toda la red de saneamiento porque se encontraban en estado "pésimo". Los operarios descubrieron varios tramos rotos, con abundantes fugas que horadaban el subsuelo y múltiples deficiencias en las acometidas de los edificios que ponían en peligro la estabilidad del pavimento.

No fue ese el único imprevisto. La edil también recuerda que se encontraron "un problema gordo" en el cruce de Baiona con la calle Ferrol porque por allí pasaban todos los servicios (agua, luz, alcantarillado y otras comunicaciones) que hubo que levantar y desviar. El Concello optó por renovar todo lo que no estaba "en óptimas condicións" para evitar problemas en la zona a corto y medio plazo.

Quejas "particulares"

En los últimos días, en el Concello se han recibido algunas quejas por la demora de las obras y su interferencia en la vida diaria de los vecinos y del comercio por el polvo y las molestias que causan. Giráldez dice que se trata de protestas "particulares" por cuestiones muy concretas. Por ejemplo, en garajes que están sobreelevados y cuyos titulares piden que se compense con el nivel de las aceras, una opción que desde el Concello descartan. Además, todos los cruces irán "a cota cero" para facilitar el tránsito a las personas con movilidad reducida, uno de los objetivos que el gobierno local tiene con estas actuaciones en el centro urbano.