Este verano la comarca contará con tres depósitos contraincendios operativos que permitirán a los helicópteros que luchaban contra el fuego cargar agua en menos de cinco minutos de vuelo desde cualquier punto de la península morracense. Después de que los comuneros de Moaña señalasen que en su próxima asamblea urgirán a la Xunta que acelere la habilitación de la estructura de este tipo que está construyendo en terrenos comunales, la Consellería de Medio Rural confirmó que la finalización de estos trabajos está muy próxima y que el depósito entrará en funcionamiento, como muy tarde, el próximo 1 de julio, cuando comience la fase más peligrosa de la temporada de riesgo de incendios.

El depósito se encuentra parcialmente lleno de agua, aunque todavía no se podría utilizar. Su construcción arrancó a finales de 2017 en la zona conocida como Monte Aberto, cerca de la rotonda del Corredor en San Martiño. Tendrá una capacidad de 300.000 litros de agua y se eligió ese emplazamiento porque, aunque no es una de las zonas más altas de Moaña, sí cuenta con manantiales de agua de entidad suficiente para su suministro.

Además, se trata de un punto intermedio entre los dos pozos de este tipo que ya están operativos en O Morrazo: Uno en los montes comunales de Domaio y otro en los montes de O Hío (Cangas).

Esta estratégica ubicación entre los otros dos depósitos es lo que permitirá reducir los tiempos de carga de agua por parte de los helicópteros contraincendios. Los comuneros manifestaron la necesidad de que se ponga en servicio cuanto antes como medida de protección del monte ante un posible incendio forestal, sobre todo recordando el trágico año 2017 en materia de incendios del que la comarca de O Morrazo se salvó casi milagrosamente.

El anterior depósito de este tipo que se había puesto en servicio es el de O Hío, en la zona de Corral de Barra. Su construcción acabó en el año 2015 y se trata de una estructura más pequeña, con capacidad para 200.000 litros y que estuvo inhabilitado durante un tiempo por varios actos vandálicos. El de Domaio se levanta cerca del monte Xaxán.

Este tipo de depósitos con agua dulce se habilitan para evitar que los helicópteros contraincendios carguen siempre agua salada, lo que daña seriamente su maquinaria y reduce la vida útil de estos medios esenciales para combatir el fuego.