Ha tenido que pasar casi un año para que los percebeiros de Cangas pudiesen regresar a uno de sus lugares más especiales: el islote de Agoeiro, al sur de Cíes. Es uno de los sitios que se reservan para fechas concretas, como el caso de las fiestas navideñas, debido a la excepcional calidad del marisco. Una calidad que ayer saltaba a la vista en las bandejas colocadas para la subasta, con un marisco de gran tamaño y cargado de carne. El lote más caro se vendió a 112,50 euros, que fue adquirido por los propios percebeiros para la comercializadora Makro. El resto, en su inmensa mayoría, se cotizó entre los 108 y los 110 euros. "Quizás se podía esperar un poco más, que estuviese entre los 120 y los 130 euros, pero en estas fechas es difícil", explicaba el presidente de los percebeiros, Nando Mariño. "Este mismo percebe en navidades superaba sin problema los 200 euros el kilo", aseguraban otros percebeiros.
El problema es que las condiciones meteorológicas y del mar impidieron a los percebeiros acercarse al islote de Agoeiro durante el mes de diciembre. "Intentamos acercarnos varias veces, pero era imposible. Lo primero es la seguridad", explicaban ayer desde la agrupación. Lo volvieron a intentar de cara a San Valentín y para el Día de la Madre, pero el mar se mostró infranqueable. Durante los últimos días avisaron a los compradores de que lo iban a intentar de nuevo y ayer lo consiguieron. "Al principio parecía que no íbamos a poder. Las previsiones daban bastante viento, pero se aguantó hasta media mañana y pudimos saltar sobre las 9.00 horas", contaba en la lonja Nando Mariño.
Ayer retomaron el sistema de "todos para todos": los 44 percebeiros cogieron su cupo, de 5 kilos por persona, y luego lo pusieron todo en común para la venta. "Con un día como el de hoy [por ayer] salvamos el mes. Sobre todo si se tiene en cuenta que abril solo pudimos trabajar tres días, cuatro en marzo y cinco en febrero", explican los percebeiros de la agrupación canguesa.
Los profesionales reconocen que lo ideal habría sido esperar unas semanas más, hasta principios del verano. En ese momento el percebe se cotizaría aún más caro. "Pero el problema son los furtivos. Si tardamos más en ir ya tendríamos que quedarnos allí a dormir, haciendo turnos de guardia de tres o cuatro horas", aclara Nando Mariño. Ante esta tesitura los percebeiros optaron por aprovechar la oportunidad de "repasar" estas piedras y volver puntualmente más adelante si hay demanda.
220 kilos
La jornada de ayer se saldó con 220 kilos de percebe, de los que 190 era marisco grande y los 30 kilos restantes mediano. "Eso habla perfectamente de la calidad que había", sostienen. La primera parada se realizó en 131 euros, aunque finalmente el comprador descartó coger algún lote. Así, la primera buena fue en 112,50 euros, con 20 kilos que se fueron para Makro. Luego vino otro a 110, cuatro a 109 y uno a 108 euros el kilo, entre los más destacados.
