Los análisis realizados por técnicos de Augas de Galicia en el curso del río Rialdarca de Moaña determinaron la ausencia de restos derivados de carburantes, pese a que en los últimos dos años se han sucedido las alertas por vertidos con olor a gasolina y que en enero de 2017 incluso han provocado la aparición de truchas muertas. El concejal de Medio Ambiente, Odilo Barreiro, explica que estos resultados se produjeron en los análisis efectuados después del último vertido detectado, el pasado 21 de marzo.

Al menos dos veces se denunció la presunta presencia de carburante en el río Rialdarca esta primavera, lo que se suma a la oleada de casos de 2017. Barreiro insiste en que de todas formas el propio Concello efectuará sus análisis para descartar la contaminación en el río. Desde el Concello temen que estos resultados hagan que Augas no investigue la procedencia de dichos vertidos, por lo que elaborarán un informe sobre las posibles causas con la intención de invitar a su estudio. Barreiro entiende que la sucesión de casos puede explicarse porque no se trata de un vertido intencionado continuado, sino de una bolsa de carburante que quedaría bajo tierra desde hace años en los márgenes del río.

Esta explicación se vería respaldada por el hecho de que las manchas siempre aparecen en primavera y después de largos periodos de lluvias, que harían emerger y filtrarse a ese carburante.

En mayo de 2017 se habían llevado a cabo unas catas del terreno para tratar de esclarecer lo que ocurría, pero nunca se llegó a determinar el origen exacto de los vertidos. Durante diez meses consecutivos, coincidiendo con los periodos de menos lluvia, no se detectaron problemas.

Vecinos del entorno del río alertaron tras los vertidos de marzo del riesgo de que se contaminasen las fincas de regadío que se abastecen de este curso fluvial, recordando incluso que desemboca en el mar por el entorno de la playa de A Xunqueira. Los buenos resultados de los análisis de Augas de Galicia descartarían estos riesgos que pusieron sobre la mesa los vecinos.