Jairo Moldes Fernández está en primero de Secundaria en el IES Monte Carrasco de Cangas, y ayer cumplió 13 años. Sigue sus estudios y su día a día como cualquier niño, pero cuando los miércoles la familia se sienta en el sofá de su casa para ver la serie de moda en televisión "Fariña", sobre los comienzos del narcotráfico gallego y los grandes narcos, algo más de cerca les toca. Jairo fue seleccionado en el casting para formar parte como figurante en la serie, en donde da vida al hijo menor de la gran Carmen Avendaño, madre luchadora contra los clanes de la droga en Galicia entre las décadas de los 80 y 90.

Fue la madre de Jairo, Romina Fernández quien se enteró a través de internet de que había un casting. No fue algo nuevo para él, porque con 10 años ya participó como figurante, en el papel de un niño huérfano al cuidado de un personaje interpretado por María Castro. También a través de su madre, acudió en 2016 a un casting para participar, de nuevo como figurante, en el telefilm "22 ángeles" que dirigió Miguel Bardem y para el que fue seleccionado. El buen sabor de boca que le dejó aquella experiencia, en la que se le escuchaba "Sor Milagros deme pan", le animó a inscribirse en este nuevo casting parala serie "Fariña", que está cosechando mucha audiencia y de la que se habla incluso con cierta polémica.

El casting no fue algo presencial. Su madre remitió los datos del pequeño cangués y en un par de meses les llamaron por si les intersaba participar en el rodaje y si se encontraba disponible.

El rodaje se realizó en Noia y duró una mañana. Quizás asegura que le resultó un poco corto y que esperaba algo más de días, teniendo en cuenta que en la anterior película trabajó durante más tiempo "y él disfruta mucho cuando está rodando", asegura su madre.

El propio Jairo Moldes reconoce que está impaciente esperando que surja otra oportunidad o poder continuar en esta serie. Ya hace unos años, cuando Jairo cursaba sus estudios en el colegio de San Roque tuvo sus primeros acercamientos a la interpretación, aunque su excesiva timidez le apartó de un escenaque ahora le apasiona, sobre todo delante de una cámara de televisión.