El desmonte con excavadoras y camiones de carga del gran talud de O Meixueiro -que contaba con 400 metros de largo y 50 de alto- avanza con premura dentro de las obras del tercer y último subtramo de la futura autovía de O Morrazo. La actividad es intensa estos días, como pueden comprobar los vecinos que observan los camiones en la parte alta del talud. Se trata de los trabajos previos a las voladuras que arrancarán en cuanto los operarios encuentren roca dura, que no pueda ser retirada simplemente con la maquinaria.

En una reunión mantenida esta semana con representantes vecinales, se acordó que las próximas voladuras se acometan con cargas limitadas para evitar problemas en las viviendas más cercanas.

La intención es que este desmonte se prolongue entre cuatro y seis meses, el tiempo en el que estará operativo el desvío paralelo al Corredor que se puso en funcionamiento a lo largo de 700 metros en O Meixueiro.