Vecinos de las asociaciones de Berducedo-Piñeiro, de A Paradela y de Broullón mantuvieron esta semana una reunión con el director de la obra de la autovía y con personal de la constructora del tercer subtramo de esta carretera -la UTE Covsa y Taboada y Ramos- ante la presencia del concejal de Participación y Mobilidade, Ezequiel Fernández. Los vecinos mostraron sus temores por las próximas voladuras en el gran talud de O Meixueiro, salvado para los vehículos gracias a un carril alternativo. Pidieron a la constructora que las detonaciones previstas se hagan con cargas limitadas, aunque sea necesario realizar un mayor número de voladuras, para evitar temblores y daños en las viviendas más cercanas.

A la reunión asistió también el técnico que dirigirá las voladuras. Desde la empresa explicaron que las explosiones se prolongarán alrededor de cuatro meses. De momento trabajan con excavadoras retirando el material blando del talud, que tiene 400 metros de largo y cuyo punto de altura máxima alcanza los 50 metros. En los próximos días comenzarían las explosiones.

Por otro lado, la Consellería de Infraestruturas confirmó ayer por la tarde la realización de las pruebas de carga de la pasarela peatonal que atravesará la autovía en Domaio, a la altura del punto kilométrico 2+400.

Las pruebas consistieron en la instalación de barreras de hormigón con un peso total, en ambos escalones de carga, de 21.600 euros. Continúan así las pruebas finales de las estructuras de los primeros siete kilómetros de autovía, que abrirán al tráfico en mayo.