Miles de ejemplares de una biblioteca forjada en casi un siglo por los Bernardino Graña, padre e hijo, centenares de documentos como cartas personales y correspondencia manuscrita con otros grandes hombres de letras (desde Gonzalo Torrente Ballester hasta Xosé Luís Méndez Ferrín, Ramón Piñeiro, Franco Grande o Lázaro Carreter), cuadros originales y distintos objetos que recibió o intercambió con sus amistades forman parte del legado que el "poeta do mar" ha decidido donar al Concello de Cangas, que lo pondrá en valor dedicándole un "lugar especial" en la biblioteca central, en la Casa da Cultura de Rodeira. Bernardino Graña, que vive desde el año pasado en una residencia de mayores de Panxón, dada su avanzada edad y problemas de salud, ya ha firmado la donación y el Concello pondrá en marcha los trámites para catalogar, a través de una empresa especializada, todos los fondos recibidos, así como acondicionar el espacio que albergará "este tesouro que nos deixa en vida a bo recaudo para interese dos curiosos e investigadores", celebra el concejal de Cultura e Normalización Lingüística, Héitor Mera.

Los libros y objetos relacionados con la carrera personal y creativa de Bernardino Graña, uno de los grandes autores de la literatura gallega y comprometido en muchas de las iniciativas literarias desde mediados del siglo pasado hasta la actualidad -integrante del grupo Brais Pinto, primer presidente de la Asociación de Escritores en Lingua Galega o miembro del PEN Club Galicia, entre otros- pasarán a ser de propiedad municipal. "Cangas ten a sorte de contar cun persoeiro coma el" y el Concello pondrá ese legado "á altura que merece", anuncia Mera, que además realizó su tesis doctoral sobre la vida y la obra de Bernardino Graña, a quien visitó el pasado fin de semana en la residencia Stella Maris para saludarlo y firmar el documento que acredita la donación de los fondos.

"Está encantado coa decisión e quere que se materialice xa", asegura el edil cangués, que elude poner fecha al traslado de todo ese legado a la biblioteca central municipal, porque dependerá del tiempo que se necesite para su catalogación y el acondicionamiento de un espacio específico en la planta superior de la Casa da Cultura en Rodeira. La bibliotecaria municipal, Pilar Refojos, a expensas de que se concrete la intervención por parte de los representantes municipales, no duda en reconocer la "enorme importancia" que supone recibir ese legado personal y literario de Bernardino Graña, y apunta particularmente a los documentos manuscritos e intercambio de correspondencia con otros autores relevantes de su época, así como la herencia documental que recibió de su padre, el reconocido latinista, periodista y maestro Bernardino Graña Refojos.

A falta de concretar los detalles, la idea es que todos los libros y bienes literarios y artísticos del ilustre cangués -que se encuentran almacenados en su casa familiar de A Pedreira sin recibir cuidados específicos- compartan el mismo espacio. "Ao longo de todas estas décadas acumulou unha manchea de títulos, libros de significativísimo valor, ademais de correspondencia e agasallos doutros artistas que Bernardino ten en moi alta estima", abunda Héitor Mera, que apuesta por que todo ese legado permanezca unido y pueda contemplarse y estudiarse en su conjunto.

Lo más urgente es "recepcionar a obra, catalogala e garantizar que estea nas mellores condicións", reitera el edil de Cultura e Normalización Lingüística, que confía en que en los próximos meses se pueda celebrar el acto de inauguración de esa colección permanente que cumplirá, en esencia, los objetivos de la Fundación Bernardino Graña que el Concello anunció en su día y no llegó a concretarse.

El Concello de Cangas aprovechará la puesta en valor del legado de Bernardino Graña en la Casa da Cultura de Rodeira para rebautizarla con su nombre, tal como se aprobó en un acuerdo plenario. Una decisión "de xustiza", aunque la biblioteca central de Cangas no será la primera que lleve el nombre del ilustre escritor, al que se dedica igual aprecio en toda la comarca de O Morrazo.

De hecho, el IES As Barxas, de Moaña, ya decidió hace un lustro bautizar como "Bernardino Graña" la biblioteca del centro, con cerca de 10.000 ejemplares, y la decisión se materializó el 27 de abril de 2012 con la presencia del homenajeado, que -por entonces ya camino de los 80 años y con su mano derecha y parte de su cuerpo "espatarrados", en expresión suya-, acudió a la cita, emocionado, y recibió parabienes de Héitor Mera y de otro amigo y discípulo aventajado, Xosé Manuel Millán.

La figura de Bernardino Graña también es reconocida más allá de los límites morracenses. Uno de los homenajes más recientes lo recibió las pasadas navidades, cuando lo visitaron en la residencia de Panxón los alumnos de la Escola Infantil Dunas para darle la bienvenida al municipio y compartir algunas experiencias con él. Las niñas y niños se desplazaron al centro para conocerlo personalmente después de abordar su figura y su obra en clase, dentro de un proyecto educativo sobre la poesía y los poetas. Bernardino Graña les agradeció el homenaje, en el que los alumnos recitaron algunos de sus poemas y lo agasajaron con un mural elaborado por ellos.

Bernardino Graña (Cangas do Morrazo, 1932) foi catedrático de lingua e literatura en secundaria, até a súa xubilación en 1991. Desde ben mozo formou parte do Consello de Redacción da revista poética Alba. Participou tamén como articulista en La Noche e no Faro de Vigo, ademais de colaborar como ensaísta en numerosas publicacións. En 1958 participa na creación do grupo Brais Pinto en Madrid e foi impulsor e primeiro presidente da Asociación de Escritores en Língua Galega (AELG).

É autor dunha ampla obra que abranxe diferentes xéneros. Da súa produción poética pódense salientar os seguintes títulos: Poema do home que quixo vivir (1958), Profecía do mar (1966), Non vexo Vigo nin Cangas (1975), Se o noso amor e os peixes... (1980, Premio Galicia do concello de Santiago de Compostela), Sima-Cima do voar tolo (1984), Himno verde (1992). No referente ao seu teatro son de subliñar as obras Vinte mil pesos crime (1962), Sinfarín contra don Perfeuto (1975) e Os burros que comen ouro nunca cabalos serán (1992, Premio Abrente de Ribadavia 1979). Como autor de narrativa para público infantil son de notar O león e o paxaro rebelde (1991, Premio de Contos para rapaces O Facho), Fins do mundo (1974), Planeta dos ratos tolos (1990), Xan Guindán, capitán (1991), Oso mimoso (1992), Namoro de lobo Pipo na escola de don Perico (1992), O gaiteiro e o Rato Pérez (1994, Premio Merlín 1993), Xan Guindán, mensaxeiro (1994), Cristo e San Pedro, peregrinos (1994), Rata linda de Compostela (1994), O lobo e o grilo (1995), Contra o león covarde (1995), Xan Guindán e os Salvaxes (1995) ...