La Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra se reúne el viernes para intentar fijar una posición común para presentar a la Consellería do Mar de cara a la negociación del próximo plan del pulpo. Una vez más uno de los asuntos más espinosos será la veda, más aún después de una campaña que se ha caracterizado por la escasez de capturas. La flota de Bueu, que es una de las más importantes y numerosas de Galicia, celebró ayer una reunión para definir su estrategia. Los naseiros reclaman un viraje con respecto a los acuerdos de los últimos años. "A xente non quere unha veda, quere que se estableza un paro biolóxico remunerado porque este último ano foi catastrófico", resume el patrón mayor de la localidad, José Manuel Rosas.

El encuentro de ayer reunió a unos 40 armadores, que representan la mayoría de la flota buenense, y argumentaron que esta campaña ha estado caracterizada por las escasas capturas, pero también por las continuas borrascas que se han sucedido desde el mes de diciembre. Un mal tiempo como el de esta semana, que les ha obligado a permanecer amarrados a puerto durante muchas jornadas. "O sector está a pasalo moi mal e non resulta factible que a xente se pase a outras artes. Iso sería catastrófico porque significaría trasladar a súa situación a outros recursos, que terían maior presión pesqueira", explica Rosas.

Ante este panorma la posición que defenderá Bueu ante la Federación Provincial será la de pelear por un paro biológico que incluya compensaciones económicas para las tripulaciones. "Estamos a falar de un sector moi importante, que se sinte desamparado fronte a outros segmentos da flota para os que si existen moitas axudas", argumenta el patrón mayor buenense.

Sin embargo, las posturas a nivel provincial y autonómico son muy dispares. Por un lado, hay quien defiende que los continuos temporales ya han sido una veda más que suficiente. Por el otro, están los que abogan por una veda más larga que en años anteriores, que llegue a los dos o tres meses. Su argumento también es contundente: a pesar de la meteorología y del tiempo que la flota ha estado amarrada cuando los barcos han podido trabajar no se notó ninguna mejoría ni más capturas.

Las estadísticas revelan las profundas diferencias entre esta campaña y la anterior. Si entre julio de 2016 y marzo de 2017 la flota de Bueu capturó casi 300.000 kilos de cefalópodo, con una facturación de 1,8 millones de euros, en el mismo periodo de esta campaña las capturas son de apenas 106.500 kilos y los ingresos de algo más de un millón de euros.

La situación en el resto de Galicia es similar y según los datos que maneja la Consellería do Mar el descenso en las capturas es del 50% y de un 25% en las ventas. "Pasamos de un ano atipicamente bo a outro atipicamente malo", resume José Manuel Rosas.