La situación de la casa rectoral de Cangas es ya insostenible y la actitud del Arzobispado de Santiago de Compostela terminó definitivamente con la paciencia del alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos (ACE) que ve cómo se alarga una obra que tenía que estar ya ejecutada. Pero no esperará más.
Después de Semana Santa requerirá al Arzobispado de Santiago de Compostela, que es el propietario de la edificación, ubicada en la calle Real, para que antes del verano esté arreglada la situación actual de la fachada de la Casa Rectoral, ahora sujetada por puntales de hierro ya oxidado que se colocaron hace siete años para impedir el desplome de la fachada y del balcon a la transitada calle prinicpal del casco histórico.
Xosé Manuel Pazos está ya cansado de esperar. Quiso ser complaciente e hizo caso de la existencia de un proyecto para la reforma de la rectoral que pronto se presentaría en el registro municipal de Cangas. Estamos hablando de principios del mes de enero.
Riesgos en la calle
Pero como señala el regidor local, estamos ya casi en abril y en el Concello no se presentó ningún proyecto ni se solicitó licencia municipal. El regidor local considera que se trata ya de una tomadura de pelo, que se está poniendo en riesgo la vida de los vecinos de Cangas, por lo que o actúa el Arzobispado de Santiago de Compostela pronto o lo hará el Concello de una manera contundente, con las sanciones económicas pertinentes.
El Arzobispado de Santiago encargó un proyecto al arquitecto local Manuel Pena,que lo hizo con un presupuesto de 300.000 euros y que suponía una planta más y bajo cubierta. Pero nunca llegó al Concellode Cangas ni se sabe si la Iglesia le dio el visto bueno al documento.
