Pasaban diez minutos de las ocho y media de la tarde cuando del interior de la iglesia de Cangas salía la imagen de la Virgen de los Dolores. Fue en medio de aplausos, del sonido de las campanas, de la música de la Banda Bellas Artes y de una fuerte ráfaga de viento que hacía balancear su palio y levantaba más de una túnica. Parecía que la meteorología iba a dar un respiro, algo impensable apenas un par de horas antes, y que la procesión que abre la Semana Santa de Cangas podría salir, aunque fuese con un recorrido un poco más corto.

La marcha pudo iniciarse, pero apenas quince minutos después, cuando solo se había bajado la Rúa Real, se dio orden de recogerse y regresar a la excolegiata. Habían empezado a caer gotas de lluvia que hacían presagiar un posible aguacero. Los integrantes de la Hermandad de los Dolores viraron sobre sus pasos y junto a los penitentes que abrían la marcha iniciaron el regreso al templo parroquial, donde la Virgen de los Dolores volvió a entrar apenas media hora después de su salida. Justo antes, los cerca de 30 porteadores que la llevaban a hombros la alzaron durante unos instantes al cielo en medio de una nueva salva de aplausos por parte de los asistentes a la procesión.

El mal tiempo de la tarde no invitaba al optimismo, pero la Hermandad de los Dolores mantuvo su esperanza puesto que las previsiones apuntaban a que entre las siete y las diez de la noche habría cierta calma. A mediodía pudo celebrarse un concierto en el atrio de la iglesia con la Banda de Música Bellas Artes de Cangas. Los músicos acudieron también por la tarde a la parroquia de Coiro, donde había prevista misa y procesión a partir de las seis de la tarde. Pero en este caso sí que fue imposible. Tanto que la banda ni siquiera pudo entonar el himno.

En la excolegiata de Cangas la misa solemne comenzó a las 19.00 horas, un oficio que contó con las voces de la Coral Polifónica Ureca de Vigo. Al concluir parecía que las previsiones iban a acertar y la Hermandad de los Dolores decidió salir con la imagen. Por delante iban cerca de medio centenar de penitentes, entre los que había numerosos niños y niñas. Justo cuando la imagen de la Virgen de los Dolores había logrado sortear un cable que cruza la entrada de la Rúa Real y se disponía a rodear la Alameda Vella hubo que dar vuelta porque la lluvia advertía su presencia. Los cofrades decidieron no correr riesgos y optaron por volver a la iglesia.

Una vez en el templo el paso no ocupó su lugar habitual en el conocido como "altar de las ánimas", sino que se colocó en otro situado en frente. Con el inicio de la Semana Santa las distintas cofradías y hermandades trasladan a la excolegiata sus imágenes y se hace necesaria una redistribución.

El día de ayer era festivo local en Cangas y un equipo de la Televisión de Galicia se desplazó al municipio para retransmitir en directo parte de la jornada en el programa "Galicia Viva". El lunes en el espacio "Vivir aquí", a las 23.30 horas, se emitirá un reportaje sobre la Semana Santa canguesa grabado hace unos días. El sábado 31 volverá a pasarse a partir de las 15.30 horas.