"La pelota ahora mismo está en el tejado de las cofradías". Esta es la respuesta del ente público Portos de Galicia cuando se le pregunta sobre el desbloqueo de la obra del dragado del canal del Lérez, paralizado desde hace ya casi un año cuando se abrió el proceso de alegaciones al proyecto, momento en el que distintos colectivos de la ría que mostraron su disconformidad con el punto elegido para el depósito de los vertidos y áridos a extraer de la desembocadura del río.

La postura de Portos, ya conocida, pasa por no "llevar a cabo un proyecto en contra de parte del sector" cuando se trata, además, de una actuación que se realiza a petición del propio sector productivo de la ría. Por lo tanto, exigen un acuerdo entre las distintas cofradías y colectivos que están a favor y en contra de lo que se recoge en este proyecto antes de dar nuevos pasos adelante.

Lo cierto es que esta postura de Portos de Galicia condena al proyecto a una parálisis casi permanente, dado que, a pesar de las múltiples reuniones que se realizaron para intentar desbloquear la situación y convencer a los colectivos críticos de que el dragado no afectaría a los recursos de la ría, estos encuentros no tuvieron éxito. Además, la oposición por parte de ciertos colectivos de la ría al vertido de los áridos en las proximidades de Tambo se mantiene y es una postura que califican de inamovible. Tanto el sector bateeiro de la ría como los "navalleiros" integrados en los pósitos de Portonovo y Bueu son los que lideran esta postura crítica hacia la ejecución del dragado, tal y como está contemplado ahora mismo, puesto que temen que los 220.000 metros cúbicos de sedimentos que se depositarían en medio de la ría pudieran causar alteraciones en un ecosistema tan delicado. Piden el traslado del punto de vertido a fuera de la ría, algo que obligaría a rehacer el proyecto y el estudio de impacto ambiental. En definitiva, a retrasar unos cuantos años una actuación largamente demandada por las cofradías del fondo de la ría y que ya se demora demasiado en el tiempo, desde el año 2007.

La postura de las cofradías del fondo de la ría es, sin embargo, favorable a la ejecución del actual proyecto de dragado. En cualquier caso, lo que está claro, es que desde hace ya meses nadie mueve un dedo si se producen reuniones para intentar buscar un acuerdo que desbloquee la situación actual, por lo que desde los pósitos ven con cierta incredulidad la postura de la administración autonómica exigiendo un consenso. "Para nós o que parece é que están botando balóns fora", explicaba ayer Iago Tomé, patrón mayor de Raxó. Y es que ante la falta de acuerdo entre las cofradías consideran que debe ser la Xunta quien finalmente adopte una solución al respecto. En el fondo de la ría son partidarios de la ejecución del dragado tal y como está concebido para no perder más tiempo y recuperar así sus concesiones marisqueras. Recuerda que los propios técnicos de Portos explicaron en múltiples ocasiones que las medidas de seguridad iban a garantizar que el dragado resultase totalmente inocuo para la ría de Pontevedra. Ahora, el patrón mayor se pregunta "¿Se os propios técnicos dicían que era tan seguro, por qué non o fan?". Recuerda que en la mayoría de las obras que ejecuta la administración, las alegaciones que puedan presentar colectivos o sectores productivos no paralizan dichos proyectos y se llevan igual adelante siguiendo el criterio de los técnicos. Y más cuando se habla de que es una obra "tan necesaria". Desde Portos insisten en que eso puede ocurrir en obras que impulsa la propia administración, pero reiteran que el dragado fue una actuación que reclamó el propio sector, por lo que consideran que no sería de recibo ejecutarla en contra de la opinión contraria de parte del mismo.

Reunión con el Club Naval

Así las cosas, y con el proyecto en una situación de parálisis total, cofradías como la de Raxó ya se plantean reunirse con otros colectivos y entidades afectadas como el Club Naval (cuyos pantalanes están quedando inoperativos por la falta de calado) para tratar de hacer un frente común y se relance el proyecto.