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El buceador que halló el supuesto pecio romano asegura que hay dos cubiertas de unos 40 metros

La estructura de esa embarcación estaría cubierta por arena gruesa, que solo se retira parcialmente por efecto de los temporales

Reproducción del artículo de J.M. Mosquera en "Aunios". // PineirÓns

La Consellería de Educación e Cultura no se ha pronunciado aún sobre el supuesto pecio romano hallado en 1991 por el exbuceador y capitán de navío José María Mosquera en el entorno de Mourisca, en la costa de Beluso. El antiguo militar se dirigió en varias ocasiones a la Xunta de Galicia acerca de este asunto y en el año 2005 publicó un artículo en la revista Aunios, que edita anualmente la Asociación Cultural PineirÓns, en el que explicaba su descubrimiento y daba detalles del mismo. Se trata del hallazgo "de lo que parece ser una nave romana consistente en dos cubiertas de unos 40 metros. Ambas permanecen separadas en perpendicular la una de la otra, por lo que se deduce que, o bien ambas pertenecen a una sola nave que, al desaparecer el costado, cayó la [cubierta] superior sobre la baja y luego fue deslizándose hasta quedar en la posición actual", expone José María Mosquera en ese trabajo.

Como reconoce el autor esa es la primera posibilidad. Sin embargo, también hay otra posible teoría. O se trata de una sola embarcación con dos cubiertas o bien se trata de "dos naves que se arremetieron con la táctica del espolón y, después del combate, ambas se hundieron". Algo que a priori parece difícil de probar o demostrar.

El antiguo capitán de navío de la Armada está convencido de que los restos que aparecieron este fin de semana en la playa de Mourisca proceden de este supuesto pecio. "Algunos de los fragmentos del mismo se desprenden de la nave al quedar desenterrada, lo que nos lleva a considerar que si el pecio existe es gracias a la cubrición conservadora de una espesa capa de pez y a la acción succionadora que la arena gruesa produce", sostiene en dicho artículo. En su día remitió a la Universidade de Santiago y a la Facultad de Químicas de la Universidad de Barcelona sendas muestras para ser sometidas a la prueba del Carbono 14 con el objetivo de intentar averiguar su cronología. Los restos de la pez que supuestamente cubría el barco contenían "corteza de roble, sarmientos de vid y pelo de caballo" para darle consistencia.

Al igual que estos días José María Mosquera elude dar detalles sore la situación exacta de su descubrimiento con la intención de evitar posibles actos de expolio. Lo sitúa en el ámbito de Cabo Udra y asegura que está cubierto "por arena gruesa y solo pueden verse algunas partes cuando las corrientes producidas por los temporales son favorables al barrido de la arena que lo cubre".

En su opinión el supuesto pecio podría correspondere con una nave romana de guerra, "posiblememente" una embarcación larga tipo galera birreme [barco impulsado por dos órdenes de remos]. "Si es así, la importancia del mismo [hallazgo] sería enorme, no solo por encontrar la prueba física de que los romanos navegaron por estas costas gallegas, sino también porque se trataría de la única nave de guerra romana encontrada en el mundo", escribía en 2005 José María Mosquera en la revista de PineirÓns. Hasta la fecha solo aparecieron naves de carácter comercial. José María Mosquera reclama a la Administración que tome en consideración su supuesto hallazgo para corroborar la existencia de esta nave y sus características. "Si realmente el pecio corresponde a una galera romana la pregunta que debemos formularnos es la siguiente: ¿Pertenece a las naves del periplo de Julio César por nuestras costas? El tiempo dirá entonces, si es que aún existe para ese entonces", afirma.

La colaboración de este exmilitar y exbuceador fue crucial para localizar en 1985 tres cepos de plomo, de unos 200 kilos de peso cada uno, que servían para lastrar y hacer firme el ancla en el fondo del mar. Estos elementos podrían pertenecer a una cronología aproximada del siglo I al III después de Cristo y están depositados en el Museo de Pontevedra, aunque uno de ellos está cedido en el Museo do Mar de Galicia. En su día fue un descubrimiento de gran importancia porque eran los primeros que se hallaban en el Atlántico.

Desde PineirÓns aprovechan para reclamar que se establezcan más ayudas para afrontar prospecciones arqueológicas en la isla de Ons, tanto subacuáticas como en tierra. "Ons posúe un importante catálogo arqueolóxico pero nada se fixo ao respecto. A posibilidade de que os restos dos que fala José María Mosquera sexan dunha nave romana, abre tamén a porta a que a Illa de Ons tivera presenza romana: aparición de moedas, cerámica e unha posible salga preto do castro dos Mouros de Canexol", manifiesta el presidente de PineirÓns, Celestino Pardellas. En este sentido reclama a la Diputación y a Parques Nacionales que promuevan excavaciones porque el carácter histórico y etnográfico de Ons no ha sido suficientemente investigado.

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