El gobierno municipal de Cangas no mostraba una contundente unanimidad respecto a este contrato, que no deja de ser una privatización de un servicio público, cuando en los programas de las tres fuerzas que gobierna Cangas se apostaba por la devolución al Concello de servicios que había sido privatizados. Incluso dentro del gobierno había dos formas de asumir esta privatización y por eso, también, cuando salió el informe no oficial sobre los posibles incumplimientos de la empresa ganadora, Ferrovial, hubo recelos entre los miembros del gobierno. Todos sospechaban de todos por el hecho del que el citado informe se filtrara a los medios de comunicación.

El contrato es uno de los más apetecibles del Concello de Cangas, después del Ciclo Integral del Agua. La empresa ganadora deberá invertir en los 6 primeros meses siguientes a la adjudicación 3,5 millones de euros y la empresa ganadora, por contra, cobrará al Concello 710.000 euros anuales por cambiar los led de 6.000 farolas y sufragar el consumo.

El objetivo principal de esa privatización es reducir la factura anual del consumo de alumbrado público al año, que ronda los 500.000 euros por las luminarias exteriores.