Constituir una agrupación profesional única de ámbito comarcal que les permita desplazarse por todo el área de trabajo sin las actuales restricciones ni exponerse a sanciones. Es el principal objetivo de un grupo de taxistas de Cangas, Moaña, Bueu y Vilaboa que pretenden asociarse y trabajar conjuntamente para reforzar el servicio y atender con mayor eficiencia a los usuarios frente a la creciente competencia de las compañías de alquiler de coches con conductor. Es una propuesta que acaba de renacer y habrá que madurar a través del diálogo y el debate entre los asociados, pero las sensaciones son buenas, según destacan algunos de los promotores, que han convocado una primera "xuntanza" para esta misma semana en un céntrico establecimiento cangués. Si la iniciativa prospera, hasta 25 taxistas morracenses podrían aliarse "en beneficio propio e dos clientes", a los que podrían recoger o trasladar libremente a cualquier punto de la comarca las 24 horas del día.

Aunque ya hay ejemplos de iniciativas similares -una de las más recientes es la Asociación de Taxis do Val Miñor, de la que se desmarcó una parte de los profesionales de Baiona-, en O Morrazo esa idea se ha barajado entre algunos profesionales, pero la tradicional división y liortas del sector -que muchos de ellos reconocen y que no es exclusiva de estos municipios-, complica su puesta en práctica. "Hai que sentarse a falar e buscar acordos que nos beneficien a todos", señala José Manuel Novas, presidente de la asociación de Cangas, que confía en que la primera reunión de estas características que se va a celebrar en la comarca sirva de punto de partida para definir una fórmula de trabajo conjunto.

El hecho de que esa propuesta resurja ahora tiene mucho que ver con la mayor "presión" que dicen sufrir por parte de las autoridades y la necesidad de aligerar trámites. El pasado fin de semana, coincidiendo con la celebración del Entroido, un aparatoso operativo de la Guardia Civil de Tráfico montado de madrugada entre A Graña y el Alto da Portela paró e interrogó a varios taxistas que circulaban entre Cangas y Bueu para comprobar que no infringían la restricción de acudir a municipios vecinos en busca de pasajeros. Algunos profesionales reconocen que no tenían todos los "farragosos papeles" exigidos, que solo contribuyen a "complicarnos o traballo" precisamente en momentos de mayor actividad, sobre todo los fines de semana por la noche y días de fiesta. La sanción rondaría los 300 euros por caso, aunque hasta ahora no han llegado notificaciones.

Entre los trámites más controvertidos está la que llaman "folla de ruta", un documento establecido por la Dirección Xeral de Mobilidade de la Xunta que actúa a modo de contrato entre el profesional y el cliente al que acude a recoger a municipios distintos del que tienen la licencia. En el impreso, un modelo de reserva previa al que hace referencia la Lei 4/2013, deben figurar la matrícula del vehículo; número de tarjeta de transporte; punto de recogida de los viajeros; nombre y apellidos del contratante; datos personales del mandatario; identificación de los viajeros a los que va a recoger; lugar, fecha y hora de la contratación y hora previsible del inicio del servicio, así como las firmas y DNI de todas las partes implicadas. "Lévanos máis tempo e traballo cubrir os partes que facer o servizo", se quejan varios taxistas morracenses, y matizan que muchas veces se hace a deshora y con personas cansadas, que han bebido y no están en las mejores condiciones para conducir sus coches y tampoco para cumplimentar todos esos requisitos.

¿Tarifa única?

Si se llega a crear un área conjunta de trabajo comarcal, cualquier taxista de la agrupación podría circular por los cuatro concellos con una tarifa urbana única, como si se tratase de una ciudad, entre otros posibles beneficios, como atender los servicios de las mutuas y aseguradoras sin preocuparse del origen y destino de los usuarios que deben trasladar. Según cifras del sector, en Cangas hay entre diez y 12 taxistas con licencia en vigor, cifra que se mueve según el momento concreto, en Bueu son ocho y en Moaña varía entre cinco y seis, mientras que en Vilaboa son uno o dos, según las mismas fuentes, por lo que el colectivo podrían integrarlo unos 25 profesionales.

Los impulsores de esta propuesta quieren avanzar "paso a paso" para limar asperezas e intentar llegar a acuerdos entre taxistas. De ser así, los siguientes pasos serían gestionarlo ante la agrupación provincial y en los cuatro concellos de la comarca, para lo cual mantendrían reuniones con los alcaldes o los concejales delegados del área en Cangas, Moaña, Bueu y Vilaboa, así como representantes de la Xunta.