Tras 18 años embarcado por los duros mares del Pacífico, la historia del moañés Francisco José Costa Malvido, de 51 años, no podía acabar en el frío tablón de anuncios de su Concello natal. Un decreto del Juzgado de Instancia número 1 de Cangas da cuenta en dicho tablón de la declaración de fallecimiento de este marinero moañés, tras cuatro meses desaparecido en Perú.

Fue su hermano, Ángel Costa Malvido, marinero jubilado también de altura y vecino de Moaña, quien inició la solicitud de declaración de fallecimiento una vez que, por parte de la autoridades peruanas, se cerró la operación de búsqueda de Francisco sin haber dado con su paradero o sus restos. La Embajada de España en Lima confirma que "efectivamente Francisco José Costa Malvido desapareció el pasado mes de junio a bordo de la embarcación en la cual desempeñana la labor de contramestre. De acuerdo a la investigación cursada, y agotada ella sin haber podido dar con su paradero o con sus restos, la Capitanía del puerto del Callao procedió a desactivar el operativo de búsqueda y rescate, ante lo cual el armador y los agentes responsables procederían con los trámites administrativos y de la ley correspondientes".

Francisco Costa Malvido formaba parte de la tripulación del barco pesquero "Salaíño", de la armadora viguesa Hermanos Ibañez, para los que Ángel sólo tiene palabras de agradecimiento por el trato recibido. La última vez que le vieron sus compañeros fue en la noche del 23 de junio, en la popa con su teléfono móvil. No hubo ningún incidente a a bordo que se hubiera declarado y las causas de su desaparición siguen siendo una incógnita ya que a bordo estaba su cartera y su ropa. El buque había llegado el día anterior a la bahía del Callao, en Lima, un puerto militar; y en unos días debería de viajar a Moaña para disfrutar de su descanso tras una larga marea al pez espada.

Según las declaraciones del capitán del barco Manuel C.M. , gallego de Ribeira, y que conocía a Malvido desde 2015, el barco llegó a la bahía el 22 de junio, a las 15:30 horas, procedente de aguas internacionales con 19 tripulantes a bordo, la mayoría indonesios. El pesquero estaba abarloado al buque "Bondaña" desde el 23 de junio a las 14:45 con la finalidad de suministrar energía a la nave bajo su mando. Dijo que ese día vio al marinero moañés entre las 19:30 y 20:00 en la cubierta principal de estribor. El capitán se iba a tierra y le dijo "hasta mañana". A bordo quedaban 10 tripulantes y al frente el primer oficial, Sergio B. P., también de nacionalidad española. En su manifestación ante las autoridades locales declaró que había regresado al barco entre las 00:00 y 00:30 del día 24 de junio y que fue recibido por el tripulante indonesio Wildan S. que le dijo que todo había transcurrido sin novedad. También señaló que a las 08:00 se dispuso a llamar a Francisco José Costa Malvido, pero no estaba en su camarote por lo que indicó a la tripulación de guardia que le buscaran. No le encontraron a bordo y ampliaron la búsqueda al otro pesquero "Bondaña", sin ningún resultado. En ese momento el capitán ya informó a la casa armadora y confirmó, de igual manera, que con el grupo de marineros que regresaban de tierra tampoco se encontraba el tripulante moañés, por lo que lo primero que se sospechó fue que hubiera caído al mar.

El segundo oficial Sergio B.P. también declaró que al salir el capitán del barco, había quedado al mando, que las guardias son de dos tripulantes cada tres horas, y que el día 23 vio a Malvido, entre las 20:00 y 20:30 horas, en su camarote hablando con el oficial de máquinas, sentado y con ropa de calle. El tripulante indonesio también declaró que en su guardia le había visto el día 23, entre las 22:00 y 22:30 horas, hablando con un teléfono móvil, de proa a popa. Fue la última vez que se le vio.