Bastó un rayo de sol a primera hora de la tarde para que las comparsas que guardaban expectantes un cambio de tiempo, salieran de sus cobijos para retomar el entroido de O Hío que se había suspendido por la mañana. Siguiendo el sonido de la gaita, las comparsas comienzan el camino: los de Nerga fueron a Donón; los de Iglesario y Vilariño a Liméns y los de Pinténs a Vilanova y viceversa.

En la Cruz de Castro se vio a algunos jóvenes acampar para comer y la Policía Local tuvo que desalojar del colegio de O Hío a un grupo de disfrazados que habían entrado en las instalaciones para disfrutar del "botellón"