Acciona Agua vuelve a hacer temblar las cuentas del Concello de Cangas. Esta vez lo hace coincidiendo con los trabajos de elaboración del presupuesto municipal para 2018, lo que enturbia todavía más la relación entre el Concello y la empresa que hasta hace tres años era la concesionaria de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Cangas. Ahora, la empresa, vía administrativa reclama una indemnización de 517.807 euros por desequilibrio económico en el periodo 2012-2014 en la concesión de la gestión indirecta del servicio de depuración de las aguas residuales de Cangas.

La empresa hace mención al incremento del caudal, además del incremento natural y que se debe a la introducción no deseada de agua de mar en la llegada de agua a la EDAR por un fallo en la red de saneamiento, cuya gestión no era responsabilidad de Acciona Agua. Asegura la empresa que el citado fallo originaba dos efectos perversos: el número es el daños causado a las instalaciones, tanto por la composición química del agua no considerada en el diseño, como por el arrastre de arenas con su consiguiente efecto erosivo, lo que obliga a incrementar el coste de mantenimiento, tanto en lo que se refiere a mayor cantidad de aditivos a ser usados como a la necesidad de reparaciones más frecuentes en la maquinaria, y en segundo lugar, el efecto perverso en la necesidad de acometer unas inversiones para la sustitución del equipo que, por la composición del agua tratada, acortaba sustancialmente su vida útil.

También tiene en cuenta la empresa el incremento de caudal debido a la entrada de pluviales y manantiales y la entrada de vertidos espurios en la red de saneamiento con fuerte porcentaje de componentes químicos, lo que originaba una composición de las aguas residuales a ser tratadas no contempladas en la oferta.

Acciona Agua asegura que los volúmenes anuales de agua tratada fueron un 135,38% superiores a la considerada en la concesión: en 2012, 3.052.707 metros cúbicos; en 2013, 3.564.678 metros cúbicos y en 2014, 3.102.576 metros cúbicos. La empresa señala que por lo que se refiere a la calidad del agua tratada, los dos factores de distorsión mayores son la introducción de agua marina y los vertidos espurios en la red de saneamiento que conduce el agua a la planta. Afirma que a través de los informes que se fueron entregando en el registro del Concello de Cangas se observa la variación de la conductividad del agua de entrada que afecta a los procesos químicos y biológicos de la estación depuradora. "Un valor alto de conductividad en una planta de residuos urbanos se puede establecer en los 2.500 microservios por centímetro, dándose valores de 4.000 en la planta de Cangas".

El concejal de Urbanismo e Facenda, Mariano Abalo, ya manifestó que el gobierno trabajaba para dar contestación a esta reclamación, pero también mencionó que la misma ofrece una idea del modelo de gestión del PP, que está hipotecando al Concello de Cangas. Así, recuerda el millón de euros que hubo que pagar a Promalar, los 1,5 millones del convenio de Massó más los intereses correspondientes, la deuda con Aqualia, de 300.000 euros y ahora esta nueva reclamación por parte de Acciona. Reprocha que el PP, cuando gobernó Cangas, no hiciera nada para ver si las empresas a las que se les concedía el servicio cometían incumplimientos en la gestión.

"Estamos abocados a afrontar unha serie de débedas que non se poideron arranxar a través da acción política", señaló el concejal.

Mariano Abalo aprovecha para criticar con dureza el convenio que se firmó para la entrada en el transporte metropolitano. Y es que como consecuencia del aumento del billetaje del transporte de ría, de los 85.000 euros que se pagaron en 2017, Cangas pasa a pagar 104.720, 54 euros. Manifesta el edil que todas estas cuestiones aconsejan prudencia en la gestión y ponen en entredicho la gestión del PP en Cangas.