Apenas tres semanas después de asumir la presidencia de turno de la Mancomunidade do Morrazo, el también alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, mantuvo ayer un nuevo encuentro con representantes de la empresa Recolte, concesionaria del servicio de recogida de tratamiento de residuos sólidos urbanos (RSU). La revisión del IPC (índice de precios de consumo) en los pagos del servicio y el estudio de las posibilidades de ampliar las instalaciones de la planta de A Portela para fomentar el compostaje son dos de los puntos que se pretende afrontar a corto plazo, aunque el más trascendente es el fin del contrato, que se producirá en mayo y sobre el que ambas partes están dispuestas a aplicar la prórroga automática por un año.
La Mancomunidade quiere redactar un nuevo pliego de bases para sacar a concurso el servicio. Entre los aspectos a mejorar están la ampliación de las zonas de recogida de basuras (los vecinos se quejan de que no se presta en lugares de O Hío como Arneles, Castiñeiras o Cabo Home, entre otros que no están recogidos entre las obligaciones de la empresa y que carecen de viables accesibles), el lavado de contenedores con mayor frecuencia (la periodicidad mensual está en entredicho, al menos en zonas rurales) o la ubicación de contenedores. Además, los responsables municipales quieren potenciar el tratamiento de los residuos a través del compostaje.
Para avanzar en este cometido, la Mancomunidade encargó recientemente a la empresa PW un estudio sobre la gestión futura de este servicio, que servirá de base para la elaboración del pliego de condiciones que regirá el concurso. El trabajo de asesoramiento, que salió a licitación por 38.805 euros y tres meses de plazo y al que se presentaron seis empresas (Idom, Inerproma, Lagares, Novotec, Eptisa y PW), se encargó a esta última por presentar la oferta económica más ventajosa. Fue uno de los últimos trámites que realizó Félix Juncal como presidente de turno de la Mancomunidade, antes de pasar el testigo a Xosé Manuel Pazos.
